Yebra adelantó de penalti a los locales en el 39 pero el equipo madrileño aprovechó un error para igualar en el minuto 54

El Ourense suma un punto ante el Leganés en un partido trabado

Borja Valle trata de controlar el balón en el interior del área visitante, en la recta final del partido. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Punto a punto y con mucho, muchísimo esfuerzo y sufrimiento. Así está cimentando Club Deportivo Ourense su trabajada permanencia en la Segunda división B. Ayer, un derroche físico enorme pero muy poco fútbol en la calurosa tarde ourensana y sobre un césped que tampoco ayudó: el balón apenas corría y el vivo bote del mismo hizo que nadie lograra adueñarse ni de la posesión ni del dominio.
A los ourensanistas les costó Dios y ayuda crear fútbol ofensivo con criterio. Las bajas del sancionado Óscar Martínez y el lesiondo Alex Fernández restaron potencial y presencia en la punta de ataque y el mediocentro, respectivamente. Sin el centrocampista, al equipo de Luisito la creación de juego se le hizo cuesta arriba, y aún teniendo el balón más que su rival por momentos no logró la habitual distribución de juego hacia las bandas. Tampoco funcionó en esta ocasión el recurso del balón en largo, pues sin la referencia en la punta del ariete de Taboadela los defensas del Leganés ganaron la partida en todo momento a un Ourense que apenas consiguió poner en aprietos a la zaga madrileña.

El Leganés fue de menos a más. Dio un gran susto inicial en un mano a mano que Pato salvó a Óscar Vega y después, en la primera parte, dio la sensación de que sesteó ayudado por un Ourense que no maniató. Impuso un alto ritmo de juego pero las imprecisiones al no lograr el mando en la medular le facilitó la labor a los madrileños.

Quintairos fue otra vez en casa la punta de lanza, ayudado en la mediapunta por Pillado y con Borja Valle y Arce en las bandas. Pero apenas llegaron balones desde el mediocentro. Yebra y Adil tuvieron que preocuparse más por destruir las escasas pero peligrosas aproximaciones madrileñas que de crear fútbol de ataque y así la circulación de balón se ralentizó demasiado. El Leganés se encontraba cómodo aguantando las pocas acometidas locales y de vez en cuando saliendo en veloces contras que al menos en la primera parte continuaron con un preciso centro desde el extremo izquierdo de Carlos Martínez que no encontró rematador ninguna vez.

La primera aproximación fue visitante. Iban sólo 28 segundos de partido cuando en un despiste defensivo tras un saque de banda el balón llegó a Óscar Vega y a su remate a bocajarro en el área pequeña respondió a la perfección el meta Pato.

Después de una falta lateral que trataron de peinar Campillo y Capi sin acierto, y cuando el balón volaba mucho más que raseaba, Quintairos fue el más listo de la clase y se adelantó al defensor Corona para ser trabado en el interior del área. El árbitro pitó penalti y Yebra lo transformó en el 1-0 (minuto 39).


PARA CONTINUAR, MÁS DE LO MISMO

Los primeros minutos de la segunda mitad fueron un calco a todo lo visto en el primer acto. El balón seguía sin tener dueño y viajaba de manera insistente de las proximidades de un área a la otra, pero sin peligro. Pero llegó el minuto 59. Borja Valle conducía un ataque ourensanista por la banda izquierda y el Leganés robó el balón en una acción en la que el local pidió mano. Los madrileños montaron una contra perfecta que finalizó en un medido pase elevado entre líneas a Carlos Martínez que cruzó ante la salida de Pato (1-1).

Nada más encajar el empate Luisito deshizo el cambio que tenía previsto (Juan Martínez iba a reaparecer ocho meses después de su grave lesión). Noguerol y Sanginés sustituyeron a Quintairos y Pillado buscando sorprender entre líneas y velocidad por banda pero el Leganés siguió manteniendo la compostura defensiva con demasiada tranquilidad. En este caso los intentos de un Ourense que echó el resto no dieron el resultado más óptimo, recuperar la ventaja, pero le permitió mantener un punto que le deja un poco más cerca de la permanencia. Sólo hubo dos opciones más, una por banda, un pase de la muerte de Adil que no encontró rematador, y la salvación in extremis de Campillo y Pato ante Fer Ruiz. Tablas y a pensar en certificar la permanencia en Zamora.

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