El equipo ourensano, que se mantiene séptimo en la División de honor, recibe el domingo al Tropezón con la idea de olvidar el traspiés ante el Lugo
La racha de resultados positivos para el Pabellón de fútbol juvenil se terminó el pasado fin de semana en el complejo deportivo de As Gándaras. El conjunto ourensano cayó por 2-0 ante el Lugo en un partido en el que ejerció durante buena parte el dominio pero en el que le faltó pegada. Los pabellonistas llegaban a tierras lucenses con una trayectoria de tres victorias y un empate en el último mes de competición que le habían catapultado hacia la zona media-alta de la tabla, y a pesar de no sumar esta vez mantiene una cómoda ventaja de cinco puntos sobre el descenso, que es el objetivo inicial.
El Pabellón regresa al estadio Miguel Ángel. El domingo recibe desde las 12,00 del mediodía al Tropezón. El conjunto cántabro, que es undécimo con nueve puntos, cuatro menos que los ourensanos, bajan muchos enteros lejos de su casa. El bagaje es por el momento de dos puntos como visitante, después de dos empates, en la jornada inicial ante el Astur (1-1) y en la séptima en Lugo (0-0), y otras tantas derrotas.
El Tropezón es junto al Alondras el equipo que marca en este momento la frontera entre la permanencia y el descenso, por lo que de darse el domingo una victoria local el Pabellón aumentaría el colchón de puntos con la zona peligrosa.
El derbi, para el Ourense C.F.
La pasada jornada se disputó el derbi de la Liga Nacional juvenil entre Ourense C.F. y Pabellón B, con victoria local por 5-1. Los pabellonistas llegaron con ventaja al descanso pero un flojo inicio en la continuación, incluido un penalti y expulsión, fueron definitivos.
