Un triple de Carles Bravo a dos segundos del final deja sin la victoria a un equipo ourensano impecable ante uno de los gallos, el Palencia.
La fortuna le clavó una de las puñaladas más crueles a un COB que hizo todos los méritos necesarios para sumar una victoria clave, que unida a la derrota del Navarra le hubiese concedido buena parte de la permanencia.
El COB firmó uno de sus mejores partidos de la temporada en una de las canchas más complicadas de la liga pero volvió a quedarse en el intento. Esta vez sin merecerlo. Fue por delante en el marcador desde el primer ataque e incluso defendió bien el último del Palencia obligando a Carles Bravo a un triple lejanísimo y punteado. Una pulga más para un perro ya escuálido de resultados y de fortuna.
La plantilla ourensana quiso hablar durante la semana y lo hizo en la pista. Habló alto y claro. Está implicada con el proyecto y con su entrenador. Dominó el partido en el marcador, en la pista y en la pizarra. Llevó las riendas del juego gracias a unas defensas alternativas que anularon cualquier opción interior del Palencia y en ataque Kale y Rivero se sobraron para destrozar el marcador. 13 puntos de ventaja mediado el primer cuarto y 16 en el segundo. Un COB sobresaliente en las dos mitades del campo pero al que se le hizo larga la primera mitad y eso le permitió a los locales llegar con vida gracias a triples de Bravo y Abouo.
En la segunda mitad cambió el partido pero nunca se descompuso el COB. Sólo con el rebote como lunar pero con muchos méritos en defensa y mucha valentía en ataque. Morentin al principio y Huertas después asumieron galones y le permitieron a su equipo ir siempre por delante. Ya sin rentas importantes pero sin perderle nunca la cara al partido y sin dejar que el Palencia se viniese arriba. Moncasi y Garrido comprimieron el partido y Barbour con dos triples consecutivos puso por delante a su equipo. Pero ni así se hundió el COB.
Los segundos decisivos
Todo le salió mal a los ourensanos y pese a ello tuvieron el partido en la mano. Lo merecieron. Huertas clavó un triple y Kale puso al COB arriba (71-72) con diez segundos por jugarse.
En la última defensa, Huertas anuló a Garrido y obligó a darle un pase a Bravo para un triple a cara o cruz bien defendido que sin embargo se clavó como un puñal en el aro del COB. Una canasta ganadora a la que Zamroz no pudo poner réplica en el último triple del COB.
Una derrota más pero con una imagen muy distinta. Jugando así el COB no debe temer por la permanencia. Un partido clarificador de lo que hay por debajo de las camisetas y en el banquillo. Una derrota para sumar apoyos.
