El Pabellón, impecable en casa, está en el grupo que pelea por los puestos nobles a pesar de sufrir a domicilio
Donde se esperaba. Así está el Pabellón tras ocho jornadas disputadas. En la pelea por las plazas de ascenso a División de Honor, el objetivo de los blanquiverdes. El Celta B marca el ritmo, pero con el primer equipo entre la élite juvenil, juegan sin metas clasificatorias. Por las dos plazas de honor, muchos candidatos. Y los ourensanos se postulan para ser una opción preferente.
"Estamos metidos en nuestro objetivo. Nuestra idea es mantenernos bien colocados en el tramo final de liga, y recuperar a un par de jugadores importantes (Brais e Iván), para pelear por el ascenso. Hasta el momento en casa estamos muy bien, con pleno de victorias, pero fuera bajamos el nivel. Sabemos que tenemos que puntuar a domicilio para seguir en la parte alta. Porque además, en esta situación, los encuentros en el Miguel Ángel son casi finales", señala el técnico Guillermo García.
Para lograrlo, los pabellonistas se ponen deberes: encajar menos goles. "Llevamos 13 goles en contra, que es prácticamente la media de nuestros rivales directos, pero si queremos pelear por estar arriba hay que mantener la portería a cero. Lo logramos la última jornada ante el Compostela, y ese es el camino a seguir", apunta García.
La igualdad por bandera
Tras el descenso de la pasada campaña, la Liga Nacional no es una sorpresa para el Pabellón. "Es una competición muy igualada. Un perfil parecido a la Segunda División, donde cualquiera te puede ganar y cada partido es totalmente diferente. Exceptuando los filiales, sobre todo Celta B y Deportivo B, que están en otros mercados", apunta el técnico pabellonista.
La ocasión de redimirse fuera de casa llegará este domingo. Visita al Coruxo en un escenario diferente al habitual. "Jugaremos en el campo de Coia ante un equipo complicado, que vimos jugar ante el Ourense CF". Partido para demostrar el nivel.
