Un gol de Sanginés adelantó al Ourense en el derbi ante el Coruxo en O Vao pero el equipo de Luisito encajó al final por tercera jornada consecutiva

Otro punto con sabor casi a derrota

El mediocentro ourensanista Borja Yebra recibe la entrada por detrás de Antúnez, centrocampista y capitán del Coruxo.
El Ourense saldó con un empate el derbi de O Vao ante el Coruxo (1-1), el quinto clasificado y uno de los equipos del grupo con mejor bagaje como local (26 puntos con el de ayer). Visto así puede parecer un buen resultado para el equipo entrenado por José Luis Míguez 'Luisito', pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que la igualada no puede considerarse un signo totalmente injusto, pero el Ourense pudo y debió sacar más tajada que el punto obtenido.
No hizo nada rematadamente mal, y sí muchas cosas bien. Aguantó las acometidas iniciales de un Coruxo que en los 20 primeros minutos tuvo más posesión aunque escasa profundidad -un remate de Rafa Mella en el minuto 16 que cortó abajo Capi, y una falta desde el borde del área de Centrón en el 23 que Pato detuvo sin problemas, fueron las dos únicas acciones de peligro local en la apertura-; se sacudió el dominio de los vigueses para comenzar a tener el balón mandando en la medular y saliendo unas veces a la contra, y muchas más en combinaciones que comenzaron a traducirse en llegadas con peligro a la meta defendida por Fernando -el meta local debió detener en dos tiempos un remate raso desde la frontal del área, en el 33-. Y lo mejor estaba por llegar. En la segunda parte Luisito sustituyó a un cansado Óscar Martínez por Sanginés y con total libertad de movimientos Iván González se adueñó del partido desde la banda izquierda. Avisó en el 64 con un centro chut desde el interior del área que envió a córner Fernando. Y ayudó al equipo a sacar tajada en su segunda gran acción. Nueva internada suya por banda, centro al segundo palo que recogió Sanginés, recorte y remate con la izquierda al fondo de la red (0-1, minuto 76).
El Ourense tenía el partido donde quería. Dominaba el juego y el marcador, y con un rival que se lanzó a tumba abierta por la igualada. El técnico Antonio Gómez se la jugó dejando una defensa de sólo tres hombres y un jugador más de ataque. Y se tradujo en dos nuevas contras visitantes con una clara ventaja para los delanteros ourensanos que no lograron concretar.
¿Se repetiría la historia? Pues sí, porque el Ourense no mató y lo pagó muy caro. Corría el minuto 86 y el punta Reguero de adelantó a la zaga ourensana para cabecear a la red el 1-1 un centro desde la banda derecha de manera soberbia. De nuevo cuando más duele, sin tiempo de reacción, y ayer casi mejor pues al Ourense le entraron las dudas y el capitán Antúnez todavía tuvo una ocasión en un remate ajustado al palo en el descuento.
Parecido a lo sucedido en Canarias ante el Tenerife, igual a lo de la semana pasada en O Couto con el Getafe B. ¿Qué debe hacer pues el equipo para ganar en sus necesidades, aunque todavía no urgencias clasificatorias? Al final, 1-1. Buen partido, no tan buen resultado.

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