La localidad de Montederramo vivió ayer la segunda edición de su Roteiro do Santo, que reunió a un total de 370 participantes (60 ciclistas, 30 corredores y nada menos que 280 senderistas), todos los cuales consiguieron cubrir los 29,700 kilómetros previstos por la organización y que incluían la subida al alto de San Mamede, de 1.618 metros.
Entre los inscritos, personas procedentes de Tui, A Guarda, Pontevedra, Vigo... pero también León o incluso el País Vasco, en concreto de Zarauz. Se enteraron por internet, señala Alberto Cacharrón, concejal de Deportes del Concello de Montederramo.
La primera bicicleta cruzó la línea de meta en dos horas y 40 minutos y cinco minutos después llegaba el primer corredor. Los senderistas se lo tomaron con más calma -y es que esta cita deportiva no era competitiva-, y llegaron al final del camino al cabo de cinco horas.
Los participantes recibieron una camiseta conmemorativa y una comida al final del camino en el monasterio de Montederramo, con empanada de carne o caldeiro, bica de la zona, pan de Montederramo y licor café casero. Esta prueba, que tendrá continuidad los próximos años, rememora el recorrido que San Mamede, ermitaño que vivía en el alto que hoy lleva su nombre, realizaba cada año con motivo de la festividad de la patrona de los monasterios cistercienses, desde su eremitorio al monasterio y de regreso a su lugar de oración.
ALBERTO CACHARRÓN: Este año hubo suerte y nos acompañó el tiempo
El concejal de Deportes del Concello de Montederramo se mostraba satisfecho del resultado de esta segunda edición del Roteiro do santo: Este año hubo suerte y nos acompañó el buen tiempo, así que no hubo que eliminar ningún tramo como nos ocurrió la edición pasada -en esa ocasión no se cubrió la subida y bajada del alto de San Mamede, debido al mal tiempo reinante, con abundante nieve y mucho frío-. Además la gente ha quedado muy contenta y ha disfrutado del paisaje, que es espléndido en esta zona de Ourense. Ésta es la segunda edición y, por lo que a mí respecta, tendrá continuidad, añade Cacharrón.
La primera bicicleta cruzó la línea de meta en dos horas y 40 minutos y cinco minutos después llegaba el primer corredor. Los senderistas se lo tomaron con más calma -y es que esta cita deportiva no era competitiva-, y llegaron al final del camino al cabo de cinco horas.
Los participantes recibieron una camiseta conmemorativa y una comida al final del camino en el monasterio de Montederramo, con empanada de carne o caldeiro, bica de la zona, pan de Montederramo y licor café casero. Esta prueba, que tendrá continuidad los próximos años, rememora el recorrido que San Mamede, ermitaño que vivía en el alto que hoy lleva su nombre, realizaba cada año con motivo de la festividad de la patrona de los monasterios cistercienses, desde su eremitorio al monasterio y de regreso a su lugar de oración.
ALBERTO CACHARRÓN: Este año hubo suerte y nos acompañó el tiempo
El concejal de Deportes del Concello de Montederramo se mostraba satisfecho del resultado de esta segunda edición del Roteiro do santo: Este año hubo suerte y nos acompañó el buen tiempo, así que no hubo que eliminar ningún tramo como nos ocurrió la edición pasada -en esa ocasión no se cubrió la subida y bajada del alto de San Mamede, debido al mal tiempo reinante, con abundante nieve y mucho frío-. Además la gente ha quedado muy contenta y ha disfrutado del paisaje, que es espléndido en esta zona de Ourense. Ésta es la segunda edición y, por lo que a mí respecta, tendrá continuidad, añade Cacharrón.
