Tomé se autoinculpa por haber autorizado cierta relajación después de la final de la Copa

'Sólo quería que acabase el partido'

El Ourense vivió unas horas felices en Reus después de haberse proclamado campeón de la Copa Federación. Pero el domingo se llevó un descalabro de aúpa en el campo de Vallecas. Manolo Tomé reconoce que el Rayo ’no es de los de nuestra Liga, pero no podemos ofrecer la imagen que dimos. Fue muy mala’.
Los prolegómenos no eran buenos. La expedición del Ourense llegó a Vallecas con cierto aire de cansancio y preocupados los jugadores porque ya conocían que Alcorcón y Marino, dos rivales directos, habían ganado. Incluso Tomé le dijo en los momentos previos que saliesen tranquilos. ’Lo que no esperaba yo era tanta tranquilidad’, dice.

Finalizado el encuentro remarcó especialmente que era él uno de los culpables de la abultada derrota. Lo repitió. Todo apunta a que tal vez fue excesivamente permisivo en las horas posteriores a la celebración de la Copa.

Ahora ’sólo nos queda apretarnos los machos. Hace dos meses que vengo repitiendo que esto estará apretado hasta el partido final, porque fuera de casa no funcionamos. Es algo difícil de explicar pero la realidad es esa. Por momentos nos convertimos en vulgares e infantiles’.

Recuerda el entrenador que ’el Rayo es un equipo muy superior a nosotros, pero no tanto como ocurrió. Es que les dimos muchas facilidades. Cometemos muchos errores defensivos, demasiados’, argumenta.

Hay un dato que deja claro que el Ourense no había salido centrado al campo. Ocurrió en la jugada del segundo gol. Taranilla cometió penalti sobre un rival, desvió el lanzamiento y mientras aparecieron con velocidad cuatro jugadores vallecanos, los ourensanos se quedaron clavados en la frontal del área.

Tomé admite que ’lo que yo quería es que el partido acabase cuanto antes. Estaba perdido y en lo que tenemos que pensar ahora a fondo es en el Vecindario’.


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