Celebramos el ascenso del Campus a División de Honor, vibramos con la final de la Copa Galicia de Fútbol sala e incluso sufrimos con Tamara Echegoyen y Pablo Rodríguez. El deporte en la provincia deja notas positivas y algunas amargas en este 2016.
Se termina el año, y el deporte vuelve a dejar en la provincia cosas positivas y algunas negativas. Se despide la provincia sin poder disfrutar de un equipo en lo más alto del baloncesto español, pero habiendo vibrado con la mejor cara del rugby y del fútbol sala, promocionando sus paisaje y su riqueza a través del ciclismo y dejando claro, que aún en pequeñas dosis, tenemos deportistas con talento suficiente para dar que hablar.
Lo más sonado del año quizás fue el no ascenso de un Club Ourense Baloncesto que ya acariciaba la élite del baloncesto nacional. El alto precio por ingresar en la ACB truncó un año más los sueños de una afición que esta vez sí creyó en codearse con los mejores. Tocó rehacer el proyecto y en lo que va de temporada el equipo está mostrando una cara que permite disfrutar a una afición con ganas de seguir soñando. Ante todo, no rendirse nunca.
Un ascenso y una Copa para los equipos ourensanos
El fútbol sala masculino sigue sin tener equipo en la élite, pero las que no defraudan nunca son las chicas del Ourense Envialia o el Cidade das Burgas. Ambos clubes llevan un 2016 excepcional que tuvo como momento épico con la disputa de la final de la Copa Galicia. Fue el Envialia el que se llevó el título, pero las de Codeso demostraron que no van de farol y quieren pelear de tú a tú con los mejores. Sobre todo con una Iria Saeta que acabó como máxima goleadora del campeonato liguero. Su 2016 se completa con una primera mitad de temporada sensacional para ambos equipos y luchando por cumplir los objetivos marcados a principio de año.
El atletismo adquirió su parte de protagonismo en la ciudad
Una de las notas más positivas del deporte ourensano la deja el rugby y su constante evolución en la provincia. La principal imagen la deja un Campus Ourense que logró el ascenso a la División de Honor B y que en lo que va de temporada está dejando muy buenas sensaciones. Mucho margen de crecimiento, pero con las sensaciones de transitar por el camino correcto.
El protagonismo de las dos ruedas
El deporte de dos ruedas dejó varias imágenes para el recuerdo esta temporada. La explosión de un Pablo Rodríguez que se empieza a codear con los mejores en la élite del BTT. El macedano rozó su participación en unos Juegos Olímpicos y logró un tercer puesto en una prueba de la Copa el Mundo. Junto a él, el crecimiento de un Iván Feijóo dispuesto a seguir mostrando el talento que está explotando en Maceda. No fue la última gran noticia que dejó el ciclismo en la provincia. Aún sin participación ourensana, La Vuelta a España fue un éxito de afluencia y de expectación. Miles de aficionados se volcaron en las cunetas y apoyaron a los mejores ciclistas mundiales en las cuatro etapas que pasaron por nuestras vías.
Como cada año, el atletismo adquirió su parte de protagonismo en la ciudad. Los 40 años de la San Martiño llegaron pasados por aguas pero con la masiva participación de siempre y las píldoras de sufrimiento y anécdotas de cada año. El triunfo fue para el portugués Nuno Costa, mientras que Joselyn Brea se impuso en la categoría femenina. Para llegar en óptimas condiciones a la gran prueba anual de la ciudad, muchos participaron en las numerosas pruebas de la provincia, entre ellas el circuito Correndo por Ourense, que sigue en auge. Porque no todo es correr y Palomanes logró un título nacional de triple salto al aire libre. No menos importantes fueron los triunfos del Adas Carballiño que sigue exportando atletas de calidad.
La pasión por el motor en Ourense seguía intacta
Una Preferente más ourensana que nunca
Barbadás y Barco mantuvieron su plaza en la Tercera División y siguen siendo los dos mejores clubes de la provincia; por su parte el descenso del Verín y el ascenso del Nogueira y del Polígono dejan una Preferente Sur con cinco participantes ourensanos. Dos de ellos, Arenteiro y Ourense CF finalizan el 2016 con serias opciones de luchar hasta el final por subir de categoría. Sus aficionados están invitados a soñar después del buen papel desplegado por ambos. Por su parte, Nogueira, Verín y Polígono buscarán mantenerse en una categoría a la que parece que accederán el Bande y la UD Ourense, ambos dominadores por completo de la Primera Autonómica.
No olvidarnos de una de las grandes citas deportivas el año, el 49º Rallye de Ourense, que este año se lleví Christian García. Dos cosas quedaron claras, García iba directo hacía el título nacional y la pasión por el motor en Ourense seguía intacta.
Paula Ginzo volvió a demostrar que su talento sigue en crecimiento, que el piragüismo ourensano tiene en Gabriel Campo un futuro para soñar, que la gimnasia ourensana tiene capacidad para seguir soñando en premios. Que aunque Tamara Echegoyen no lograra una nueva medalla olímpica, su palmáres sigue siendo brillante. No olvidar tampoco a José Manuel Prado que este añose retiró de la competición, no sin antes volver a representar a España en los Juegos Paralímpicos en la modalidad de boccia. Mucho menos a un ajedrez ourensano que sigue demostrando que en la provincia tiene buenos representantes.
