Guillermo García y “Figo” dimitieron tras el último partido de fútbol y el club no ha conseguido convencerlos para continuar en Verín
El inicio de temporada del Verín, cuarto clasificado y a tres puntos del líder, lo firmaría la mayoría de equipos de la categoría, menos ellos. Por historia, proyecto y presupuesto, el objetivo del ascenso es innegociable y a mitad de camino se encuentra con una piedra en el camino inesperada. Toca buscar entrenador. Aunque el motivo de este giro no tiene que ver solamente con los resultados.
Este domingo visitaban al Loñoá y el empate sin goles lo dejaba un poco más lejos del primer puesto. Pero la noticia estaba en el vestuario al acabar el partido. El entrenador, Guillermo García, decidía abandonar el equipo y así se lo comunicaba tanto a la plantilla como a la directiva del club. Se marcha García y también su ayudante Juan Carlos Figueiredo “Figo".
La noticia la hizo oficial el club en sus redes sociales poco antes de las cinco de la tarde, pero ya era un secreto a voces en el fútbol provincial. El club presidido por Juan Carlos Francisco tenía que buscar relevo y el primer nombre que sonó fue el de Miguel Sotelo, aunque el técnico descartaba que pudiese fichar inmediatamente por el Verín. La temporada pasada fue el delegado de equipo en el Ourense CF en la Segunda Federación.
Sin embargo, pocas horas después el propio presidente trataba de dar un giro de 180 grados a la situación. Se reunió personalmente con Guillermo García para, primero conocer exactamente los motivos de su decisión y después tratar de convencerlo para que siguiese en el cargo. “Si al final su decisión es firme, por supuesto que buscaremos un entrenador y no pasará nada. Voy a respetar su decisión, otra cosa es que no esté de acuerdo con que se vaya. Lo primero, que en el este club las personas no pueden ser mercancías y tienen que marcharse correctamente”.
HOY SE DESPIDEN
A última hora de la noche no habría decisión definitiva, aunque solo un cambio radical haría que la dupla García-”Figo” se sentase en el banquillo del José Arjiz ante el Cented. La intención de los entrenadores es acudir al entrenamiento para despedirse de los jugadores y del club.
De confirmarse, el club tendrá que decidir que colocar algún entrenador interino para el próximo partido mientras no encuentra el definitivo que asuma el relevo. Sea cual sea tendrá el aliciente de entrenar a una de las mejores plantillas del grupo ourensano, pero a la vez la presión de tener que pelear por un ascenso imprescindible.
