El Campus Ourense sigue sin sumar los cuatro puntos lejos de casa, antes de viajar a Oviedo para disputar en un lodazal el partido aplazado de liga
El Campus Ourense volvió de su largo viaje en autobús a Mungia, en la provincia de Vizcaya, con una nueva derrota domicilio, en esta ocasión por 41-22 ante un Uribealdea que comenzó por detrás en el marcador.
Un encuentro, en el que por enésima vez, los ourensanos no pudieron sumar los primeros cuatro puntos lejos del universitario. De nuevo, las bajas de jugadores clave en el XV inicial del conjunto que dirige David Monreal (Rucho se unió al listado de lesionados el jueves por la noche al sufrir una distensión de ligamentos) lastraron el rendimiento de un club con trayectoria opuesta como local, en la que no cedieron una sola victoria hasta el momento.
En una tendencia habitual en las últimas jornadas, el Campus llevó el peso del juego en los compases iniciales pero terminó pagando sus propios errores e indisciplina en el juego, al conceder demasiados golpes de castigo a un rival con un acierto espectacular en todas las acciones con el pie.
La bisoñez ourensana en el País Vasco tuvo su punto álgido al filo del descanso cuando tras anotar un ensayo propiciaron una anotación con transformación local que dejó el partido con una renta de 13 puntos de desventaja.
Una derrota que aprieta más si cabe la clasificación en la zona alta de la División de Honor B, en la que el Campus marcha en quinto lugar, a la espera de disputar este fin de semana su encuentro aplazado en Navidad ante un Real Oviedo que marcha colista con tan solo 21 puntos en 17 jornadas.
A la espera de conocer si podrá contar con Abraham, Rucho y Jaime, la gran preocupación ourensana radica cómo será estado del terreno de juego (El Naranco) del equipo asturiano, que según se pudo comprobar a través de las redes sociales del Real Oviedo se encuentra en un estado lamentable, completamente embarrado y destrozado, incluso antes de saltar los jugadores al terreno.
Una imagen, la de los jugadores del filial del equipo ovetense, achicando agua con cubos, que pone de manifiesto las complicadas condiciones a las que se enfrentarán los dos equipos este próximo sábado.
Un partido en rojo en el calendario del conjunto azul y amarillo, por dos motivos.
El primero, dejar casi desterrado en la clasificación de la competición a un rival, a la espera de conocer si el Getxo, de la máxima categoría certifica su descenso, lo que provocaría un arrastre.
El segundo, ayudar de alguna forma al Universidad de Vigo, otro de los equipos gallegos en la competición que no atraviesa un buen momento, situado ahora mismo en puestos de promoción a Territorial gallega.
