Tras dos triunfos consecutivos, el COB defrauda en Gijón en una segunda mitad bochornosa (76-54)

Vuelta a las andadas

 Los jugadores del COB Zuzák y Ros emparedan al pívot del Gijón Kieffer.
El COB mostró en Gijón la misma irregularidad de partidos anteriores. De dominar claramente pasó a ser humillado en una segunda mitad injustificable en la que ni los jugadores ni el técnico estuvieron a la altura.
Más de lo mismo. El COB representó en Gijón una obra que ya sabe de memoria cualquiera de sus aficionados. Ocurrió ante Palencia, Caja Rioja, Huesca e Illescas y ayer se volvió a repetir. Vale que el rival era duro y que el COB tiene limitaciones en las rotaciones, pero no debe servir como excusa para la lamentable imagen mostrada en la segunda mitad. La teórica superioridad asturiana quedó minimizada al no poder contar con dos de sus pilares. Wolfram no estuvo y Sony se lesionó al primer minuto. Pese a ello empezaron mejor los locales o al menos viendo más aro. De un plumazo equilibró el choque el COB gracias a los triples de Alvarado, Cris Williams y Ros e incluso amenazaron con escaparse los ourensanos a dos minutos del descanso (20-31).

Lo de siempre. Gran defensa y paciencia en ataque. Buena selección de tiro, juego colectivo y entrega total. Y como siempre, sirvió para confiar en la victoria y demostrar que el equipo es capaz de tutear a cualquiera. El problema es que los partidos duran 40 minutos y ahí el COB toca en hueso.

Una vez más los ourensanos se vinieron abajo cuando mejor pintaba y su técnico o no pudo o no supo evitarlo. No vale la excusa de la falta de rotaciones y el ejemplo del puesto de base, donde Doce tuvo a Alvarado 40 minutos por decisión propia, tampoco vale la excusa de la sorpresa porque avisados estaban de tantos escarnios recibidos. No sirvió para nada. El COB pasó una vez más de príncipe a rana en un abrir y cerrar de ojos. Pasó de equipo serio y efectivo a grupo anárquica, carente de ideas y sin recursos en la pista ni en el banquillo para corregirlo. Una cosa es perder y otra hacerlo de 22 cuando a dos minutos del descanso se ganaba de 11. Injustificable. A partir de enero la plantilla ya tendrá refuerzos y serán los elegidos por el técnico. Luego ya nadie podrá poner excusas.

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