El ciclista asturiano se impuso en el Parque Natural en una etapa en la que Contador no tuvo problemas para mantener el liderato
La etapa número 13 le dio suerte al asturiano Dani Navarro, quien sobrevivió en el Parque Natural de Cabárceno a la ley de la selva para imponerse en solitario y estrenar su palmarés en una grande, en una jornada que mantuvo como jefe de la general a Contador.
Navarro salió de estampida a las puertas del zoológico, donde los animales andaban mosqueados por los ruidos propios de una carrera ciclista. Un repecho del 15 por ciento le disparó en busca de la presa, a la que alcanzó en una llegada a la que llegó en solitario. ç
Los favoritos terminaron en tablas. Si acaso "Purito" Rodríguez trató de encontrar oro en la antigua mina de hierro de Cabárceno, pero Navarro llegó antes. Concretamente con 2 segundos de adelanto sobre Dani Moreno y el holandés Wilco Kelderman y 5 sobre los favoritos que se van a fajar en el tríptico de montaña cantábrica.
A la fiesta de las alturas llega Contador con Valverde pisándole los talones a 20 segundos y Urán a 1.08 minutos. Froome y "Purito" entran con un obstáculo de minuto y medio. El horizonte impone: La Camperona, Lagos de Covadonga y La Farrapona.
La jornada empezó en otro punto del Camino de Santiago, Belorado (Burgos), donde se puede visitar, entre otras cosas, la reproducción de una trinchera de la I Guerra Mundial. Junto a ese punto se inició la lucha para afrontar la media montaña que une Burgos y Cantabria. Se animaron 11 corredores para abrir camino. Echaron a correr por la sabana de asfalto, confiados ante la pasividad de los 183 guepardos que, de momento les mantenían a raya en lontananza.
El grupo se mantuvo unido en el Puerto de Braguía (3a) y en El Caracol solo resistieron el acoso del pelotón Luis León Sánchez Lutsenko, Cunego, Wyss y Gaudin. En la cumbre menos de 2 minutos de renta. La reacción finalmente se produjo, y eso que el Tinkoff trató de ralentizar la persecución. El kazajo Lutsenko fue el último rebelde, pero se lo tragó el pelotón a 7 de meta, desde donde se divisaban las montañas y rocas de Cabárceno, donde 15.000 turistas se unieron al espectáculo ciclista.
Muchas cámaras fotográficas dejaron de apuntar a los animales y se dirigieron a Navarro, que volaba como un águila hacia meta, directo a la gloria. Era su día. Se retiró en el Tour el día de su cumpleaños, luego anduvo deprimido el hombre y encima Contador le chafó en la cima navarra. Pero quien la sigue la consigue. Por una vez, el león no fue el rey de la selva.
