El Real Madrid se jugará el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones en Maschester tras no pasar del empate en la ida

Decidirá Old Trafford

Cristiano Ronaldo disputa un balón con Evans. (Foto: JUANJO MARTÍN)
Un templo del fútbol como Old Trafford decidirá una eliminatoria repleta de igualdad que dejó en su primer capítulo un bello duelo de fútbol entre un Real Madrid amparado en Cristiano Ronaldo, ante un Manchester United que se adelantó gracias a Welbeck y dejó al equipo de José Mourinho en el alambre (1-1).
Fue eléctrico el duelo desde el inicio. Sin tiempo para respirar. Intercambio de golpes y un flanco por explotar en la defensa inglesa. Rafael perdió los dos primeros pulsos con Cristiano y fue un flan el resto del partido. Son días en los que las ocasiones de gol marcan tu destino. El Real Madrid perdonó en sus llegadas y fue castigado con dureza cuando era superior.

Un saque de esquina de Rooney lo remató a la red Welbeck a los veinte minutos, elevándose entre la salida indecisa de Diego y la pasividad de Ramos. El golpe menos deseado en Europa. Un gol en tu casa en una eliminatoria que se decidirá por detalles.

No había tiempo para las lamentaciones. Debía responder con rapidez el conjunto madridista y lo hizo con la electricidad de Di María. No se cansó de chutar a De Gea, siempre seguro ante el argentino. El asedio blanco no tenía premio hasta que apareció Cristiano. Fabricaba sus disparos sin necesidad de juego en equipo y cuando lo tuvo marcó.

Se elevó Cristiano y detuvo el tiempo en el aire. Como en la final de Copa de Mestalla. Su poderoso salto mandó a la red con un cabezazo el centro de Di María. Mismos protagonistas. Mismo resultado. De Gea no pudo hacer nada en su estirada.

El Real Madrid rescató en el primer acto su mejor fútbol pero no pudo exhibir su arma más potente, el contraataque. En una sola ocasión apareció y Özil se plantó solo. El balón le cayó a su pierna menos buena y con la derecha se topó con De Gea.

La figura del portero español fue creciendo. Hasta ocho intervenciones realizó para sostener al Manchester United en la eliminatoria. Se acomodó en su terreno el conjunto inglés y Ferguson buscó las cosquillas a Mourinho con su arma, el contragolpe. Rooney fundido en tareas defensivas no apareció. Welbeck, ahora de nueve, y Van Persie se bastaron. En el otro bando ni Benzema primero, ni Higuaín después, aparecieron. Sin un nueve matador todo fue más difícil.

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