Lewis Hamilton colocó su renovado McLaren a la altura de los Ferrari y los Red Bull gracias a una victoria inapelable en el GP de Alemania, que dominó casi desde el principio, aunque con sus rivales al acecho hasta las últimas vueltas.
Fue una gran carrera, repleta de emoción y de golpes de autoridad en lo alto, como los que dio el inglés cuando decidió adelantar a Webber y a Alonso.
Después de nueve carreras, el podio no tuvo a Vettel. Todo un acontecimiento. Y se quedó en la cuarta posición porque Ferrari, una vez más, estuvo torpe en el garaje, cuando cambió las ruedas de Massa a la par que lo hacían en Red Bull a Vettel, y a pesar de haber entrado primero, el brasileño acabó saliendo detrás del alemán y perdiendo así la cuarta plaza cuando sólo faltaba una vuelta para concluir la carrera.
Hamilton se hizo con la cabeza al llegar a la primera curva a derechas. Alonso salió tercero del giro, pero en la segunda vuelta Vettel lo adelantó cuando el español perdió la trazada de la pista.
Hasta la vuelta siete, los cuatro coches fueron enganchados con unas diferencias mínimas, hasta que Alonso se fue a por el alemán en la ocho. Los nervios le jugaron una mala pasada al alemán, que poco después pisó la hierba e hizo un trompo con el que se descolgó ya definitivamente del trío de cabeza.
Poco antes de iniciarse la primera entrada en los garajes, Webber superó a Hamilton, pero el inglés respondió con un espectacular adelantamiento en la recta, en tanto Alonso, atento a décimas por detrás, esperaba el error.
Tras el primer cambio de los tres de delante, el australiano se hizo con el liderato al ser más efectivo en el garaje. En el siguiente, Hamilton recuperó el liderato, pero lo hizo a costa de un adelantamiento lleno de coraje que le hizo a Fernando Alonso, que por un momento se había situado primero. Alonso jugó limpio y no le devolvió al británico la jugada que antes éste le había realizado a Webber, cuando le cerró sin miramientos.
En la 35, el inglés empezó a marcar vueltas rápidas y ya le sacaba 2.7 segundos a Alonso, 5.2 a Webber. En el tercer y último cambio para montar los neumáticos intermedios, Hamilton incluso fue más veloz hasta completarse la vuelta 60.
Una antes de finalizar, Massa, que había mantenido a raya a Vettel, vio como se evaporaba el cuarto lugar cuando ambos entraron en el garaje para cambiar los neumáticos y una vez más Red Bull demostró que en esta operación son insuperables.
Después de nueve carreras, el podio no tuvo a Vettel. Todo un acontecimiento. Y se quedó en la cuarta posición porque Ferrari, una vez más, estuvo torpe en el garaje, cuando cambió las ruedas de Massa a la par que lo hacían en Red Bull a Vettel, y a pesar de haber entrado primero, el brasileño acabó saliendo detrás del alemán y perdiendo así la cuarta plaza cuando sólo faltaba una vuelta para concluir la carrera.
Hamilton se hizo con la cabeza al llegar a la primera curva a derechas. Alonso salió tercero del giro, pero en la segunda vuelta Vettel lo adelantó cuando el español perdió la trazada de la pista.
Hasta la vuelta siete, los cuatro coches fueron enganchados con unas diferencias mínimas, hasta que Alonso se fue a por el alemán en la ocho. Los nervios le jugaron una mala pasada al alemán, que poco después pisó la hierba e hizo un trompo con el que se descolgó ya definitivamente del trío de cabeza.
Poco antes de iniciarse la primera entrada en los garajes, Webber superó a Hamilton, pero el inglés respondió con un espectacular adelantamiento en la recta, en tanto Alonso, atento a décimas por detrás, esperaba el error.
Tras el primer cambio de los tres de delante, el australiano se hizo con el liderato al ser más efectivo en el garaje. En el siguiente, Hamilton recuperó el liderato, pero lo hizo a costa de un adelantamiento lleno de coraje que le hizo a Fernando Alonso, que por un momento se había situado primero. Alonso jugó limpio y no le devolvió al británico la jugada que antes éste le había realizado a Webber, cuando le cerró sin miramientos.
En la 35, el inglés empezó a marcar vueltas rápidas y ya le sacaba 2.7 segundos a Alonso, 5.2 a Webber. En el tercer y último cambio para montar los neumáticos intermedios, Hamilton incluso fue más veloz hasta completarse la vuelta 60.
Una antes de finalizar, Massa, que había mantenido a raya a Vettel, vio como se evaporaba el cuarto lugar cuando ambos entraron en el garaje para cambiar los neumáticos y una vez más Red Bull demostró que en esta operación son insuperables.
