El americano de 42 años, que ya había ganado la tecera etapa y vestido el jersei rojo, se impone en Sierra Nevada

Horner va en serio

Horner, de nuevo vestido con el jersei rojo de primer clasificado de la Vuelta ciclista a España. (Foto: JAVIER LIZÓN)
El insólito Chris Horner (Radioshack), un 'chaval' de 42 años, aquél que ganó la tercera etapa y se enfundó la roja por un día, en Galicia, volvió como los viejos rockeros para conquistar el inédito puerto de Hazallanas y ponerse al frente de la general, por todo lo alto, en Sierra Nevada.
Va en serio que Horner quiere ganar la Vuelta. Algunos se ríen porque este calvo simpático que habla castellano como Tarzán lo dice con una sonrisa de oreja a oreja. Pero ahí está, líder, otra vez de rojo tras una exhibición en un puerto de verdad. Se incrustó entre los favoritos del cartel y ganó a lo campeón, sin respuesta.

Decidió ganar a cuatro kilómetros de la cima que ponía fin a la décima etapa, que salió de Torredelcampo con caída masiva y llegó a la sierra granadina con la noticia de la salvación del Euskaltel por obra, gracia y milagro del piloto Fernando Alonso.

Ajeno a esa gran noticia, Horner, nacido en Okinawa (Japón), arrancó para no volver. Y fue contundente, alzó los brazos con un adelanto de 48 segundos sobre Nibali y 1.02 minutos respecto al grupo de Valverde, Purito, Basso, Pinot y Roche.

'Quiero ganar la Vuelta', insistía Horner después del subidón. De momento se irá a descansar a Aragón como jefe de la Vuelta. Ahora la contrarreloj, que es otro cantar, pero espera hacerlo bien 'aunque sea pequeño' y vea que el maillot rojo 'será para Nibali'.

Puede que no le falte razón, pues el italiano es segundo en la general. Se desquitó del pequeño tropiezo en el muro de Valdepeñas y le pegó un mordisco de 14 segundos a sus rivales directos, entre los que hubo detalles a reseñar. Ni Valverde ni Purito son capaces de seguir al vencedor del Giro si el puerto es duro. Necesitan rampas explosivas para hacerle sufrir.

De cualquier manera queda toda la Vuelta, el miércoles espera la crono de Tarazona y luego vienen los Pirineos, más tarde el Angliru .... y están separados por menos de un minuto. Entre ellos, atención, se ha metido tercero el irlandés Nicolas Roche (Saxo).


LA SALIDA

La salida tuvo tintes festivos y luego casi trágicos. La buena noticia: ¡El Euskaltel se salva! Fernando Alonso, el piloto de Fórmula 1, irrumpió como un Ferrari en el pelotón. Será el salvador de la escuadra vasca, que ya había anunciado su defunción por falta de recursos económicos.

La mala noticia fue que la marcha neutralizada fue un desastre. Una caída multitudinaria mandó a casa a cuatro corredores, uno de ellos Alberto Losada, pieza vital para Purito en la montaña. Incluso el líder, Dani Moreno, besó el asfalto, pero el madrileño puso seguir. En meta le fue bastante peor. Hundido, cedió más de dos minutos y el maillot rojo.

Otros dos fueron expulsados de carrera 'por remolque prolongado', Andrew Fenn y Thomas De Gendt. Iban rezagados por la caída y fueron cazados por los comisarios agarrados al coche más de la cuenta.

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