Derek Fisher, con dos triples milagrosos, y Pau Gasol, que anotó cinco puntos en los últimos 30 segundos de la prórroga, lideraron la victoria de los Lakers por 91-99 en Orlando, con lo que los angelinos quedan a un solo triunfo del anillo de campeones.
Fisher anotó sólo 12 puntos, pero logró los dos triples que salvaron a su equipo de una derrota. El primero supuso el empate, 87-87, a falta de cuatro segundos. Forzada la prórroga, Fisher anotó de nuevo de tres puntos, éste precedido de una falta en ataque de Kobe Bryant, para que Gasol, con otros cinco puntos, asegurase el triunfo. El español acabó con 16 puntos y 10 rebotes.
Si los Lakers, con Ariza, Fisher y Gasol, respondieron en los momentos decisivos al conseguir los puntos que les dieron el triunfo, los Magic hicieron todo lo contrario, con el pívot Dwight Howard, la nueva versión de Shaquille ONeal en los tiros de personal, al fallar hasta ocho de 14, incluidos dos decisivos.
Con 11 segundos para acabar el tiempo reglamentario y 87-83, Howard fue incapaz de anotar un solo tiro desde la línea de personal, que le hubiese asegurado el triunfo a los Magic.
Howard acabó con un doble doble de 16 puntos, 21 rebotes y nueve tapones, nueva marca en las finales de la NBA, y dos asistencias, pero con el estigma de haber sido incapaz de asegurar la victoria para su equipo.
Cuando lo tenían todo a favor después de cinco puntos seguidos de Turkoglu para un 87-84 y 11,1 segundos para acabar, Howard se olvidó que era el líder del equipo y Fisher, junto a Gasol, le mostraron cómo se tiene que ganar un partido importante si se quiere ser campeón.
Si los Lakers, con Ariza, Fisher y Gasol, respondieron en los momentos decisivos al conseguir los puntos que les dieron el triunfo, los Magic hicieron todo lo contrario, con el pívot Dwight Howard, la nueva versión de Shaquille ONeal en los tiros de personal, al fallar hasta ocho de 14, incluidos dos decisivos.
Con 11 segundos para acabar el tiempo reglamentario y 87-83, Howard fue incapaz de anotar un solo tiro desde la línea de personal, que le hubiese asegurado el triunfo a los Magic.
Howard acabó con un doble doble de 16 puntos, 21 rebotes y nueve tapones, nueva marca en las finales de la NBA, y dos asistencias, pero con el estigma de haber sido incapaz de asegurar la victoria para su equipo.
Cuando lo tenían todo a favor después de cinco puntos seguidos de Turkoglu para un 87-84 y 11,1 segundos para acabar, Howard se olvidó que era el líder del equipo y Fisher, junto a Gasol, le mostraron cómo se tiene que ganar un partido importante si se quiere ser campeón.
