La efectividad del Real Madrid pudo con la moral del Alcoyano, un equipo que lucho de principio a fin y plantó cara a su rival, pero que debió claudicar ante la calidad de los jugadores madridistas, que golearon con protagonismo para jugadores que no son del primer equipo en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
El Alcoyano inició muy bien el partido, con velocidad y ante un Real Madrid al que le creó problemas con hasta cuatro córner en los primeros minutos. Cuando todo hacía indicar que el primer gol del Alcoyano estaba a punto de llegar, Benzema se sacó de la chistera un gol que marcó el desarrollo del encuentro. Fue tras un fallo de la defensa local que el francés aprovechó para marcar de cabeza (0-1).
Fue entonces cuando afloró la calidad de sus individualidades. El brasileño Kaká, que fue el mejor madridista en el primer periodo, buscó un hueco en la frontal y entre una nube de piernas logró apuntar a portería e hizo el 0-2.
La historia de la segunda mitad estuvo marcada por el 0-3, lo convirtió esta fase del encuentro en muy plácida para el conjunto de José Mourinho, pero desde el punto de vista futbolístico fue una locura con alternativas de todo tipo.
El Alcoyano hizo el 1-3, su afición creyó en un segundo tanto, pero llegó el 1-4 en una acción de José Rodríguez que resolvió el bigoleador Benzema ante un rival que luchó para no perder de manera tan contundente, pero al que el equipo madrileño no dio opción.
Fue entonces cuando afloró la calidad de sus individualidades. El brasileño Kaká, que fue el mejor madridista en el primer periodo, buscó un hueco en la frontal y entre una nube de piernas logró apuntar a portería e hizo el 0-2.
La historia de la segunda mitad estuvo marcada por el 0-3, lo convirtió esta fase del encuentro en muy plácida para el conjunto de José Mourinho, pero desde el punto de vista futbolístico fue una locura con alternativas de todo tipo.
El Alcoyano hizo el 1-3, su afición creyó en un segundo tanto, pero llegó el 1-4 en una acción de José Rodríguez que resolvió el bigoleador Benzema ante un rival que luchó para no perder de manera tan contundente, pero al que el equipo madrileño no dio opción.
