La rusa Yuliya Zaripova se proclamó campeona olímpica en los 3.000 metros obstáculos con su mejor marca (9:06.72) después de permanecer en cabeza de principio a fin en una final en la que la española Marta Domínguez, cortada a tres vueltas de la meta, acabó duodécima.
La medalla de plata fue para la tunecina Habiba Ghribi (9:08.37) y la de bronce para la etíope Sofia Assefa (9:09.84). Marta Domínguez, la mejor atleta española de la historia -campeona mundial en 2009-, terminó en un tiempo de 9:36.45 y abandonó la zona mixta sin hablar con los medios de comunicación.
Una lesión en el isquiotibial izquierdo que la obligó a retirarse hace un mes en la primera ronda de los Europeos de Helsinki puso en duda la participación de Marta en los Juegos de Londres, aunque finalmente se decidió a probar fortuna.
Zaripova, desde la salida
Yuliya Zaripova tomó la cabeza desde la salida. El primer kilómetro transcurrió en 3:06.24. Marta marchaba en el centro del grupo, siguiendo la misma táctica que en las series: aferrarse al último vagón del tren delantero, pero a tres vueltas del final sus esperanzas se esfumaron al quedarse cortada. El ritmo de Zaripova, que pasó el segundo mil en 6:11.60, asfixió a la palentina y también a la plusmarquista mundial, la rusa Gunara Galkina, que se retiró.
Zaripova llegó a la última vuelta con dos etíopes y la tunecina pero, después de haber hecho toda la carrera en cabeza, aún sacó a relucir un formidable esprint para conquistar la medalla de oro.
Marta Domínguez regresó el 7 de junio pasado a las pistas desde el 30 de julio del 2010, cuando consiguió la plata en la final de 3.000 obstáculos de los Europeos de Barcelona. El estadio Iberoamericano de Huelva fue el escenario de su vuelta tras dos años de ausencia por maternidad y como consecuencia de la Operación Galgo, de la que fue absuelta. En el mitin onubense logró la mínima que le permitió competir en Londres (9:24.26).
Casañas-Pestano, cara y cruz
Frank Casañas se ganó un puesto en el concurso por las medallas de lanzamiento de disco como penúltimo de los doce finalistas, mientras que Mario Pestano, capitán del equipo olímpico español de atletismo, alimentó su leyenda negra en grandes campeonatos al quedar fuera de la final con una marca de 63,40 metros.
Pestano, plusmarquista nacional con 69,50, llegó a Londres con una marca reciente de 67,15 para intentar meterse en la final por segunda vez consecutiva. Debía lanzar 65 metros o ser uno de los 12 mejores de la calificación, pero el tinerfeño empezó con un tiro de 63,40 que casi repitió en segunda ronda (63,36), y en el tercer turno lanzó el disco más allá de la raya de calificación, pero el nulo le mandó a casa, a dos puestos de la final.
