La selección española completa el primer entrenamiento desde que comenzaron los piques entre Madrid y Barcelona

Naturalidad ante todo

Del Bosque observa a sus futbolistas, ayer durante el entrenamiento de la selección nacional en Las Rozas (Foto: Ángel Díaz)
Era un día esperado. El reencuentro de viejos amigos en la selección española. La hora de volverse a ver las caras futbolistas que sobrepasaron la línea en unos partidos entre Real Madrid y Barcelona que dejaron heridas abiertas que no podían trasladarse a la selección. Vicente Del Bosque apostó por un arma, la naturalidad. El mejor de los remedios.
Asistió a todo con una lógica preocupación. El clásico de la Liga iniciaba los piques. La Copa del Rey los multiplicaba. Y en Liga de Campeones ya estaban señalados jugadores que hasta ese momento compartían amistad.

Los piques del clásico tuvieron trascendencia porque sobrepasaron el terreno de juego. Esta vez no todo quedó en la cancha y no apagar inmediatamente una llama provocó un incendio. Cruce de declaraciones. Filtraciones.

No están dos capitanes como Puyol y Xavi Hernández, pero sí Iker Casillas y Del Bosque. Si algo caracteriza a ambos es la naturalidad con la que afrontan sus vidas. Como ajenos al éxito. Dos personas a las que los triunfos no les cambian. Que mantienen sus amigos de siempre. Que no caen mal en ningún rincón de España.

No hubo reuniones en la Ciudad del fútbol. No hubo una charla de Del Bosque para calmar los ánimos. No hizo falta. Cada futbolista separa la vida de los clubes, la máxima rivalidad de dos equipos que peleaban por la gloria, de la selección. Con España son compañeros.

Las cámaras captaban cada detalle. Con más atención que nunca. La seriedad de Piqué a su llegada a la concentración. Sin ganas de abrir la boca. La rapidez de Arbeloa por entrar rápido y evitar preguntas incómodas. La sonrisa pícara de Villa. El gesto inquieto de Sergio Busquets sintiéndose centro de la atención.

Siempre en la selección ha habido grupos. No son rescoldos del clásico. Es habitual ver a los jugadores del Barcelona juntos en los rondos. Acompañados de jugadores con los que tienen más afinidad, como el ausente en esta convocatoria Cesc Fábregas. Pasa lo mismo con los madridistas, de los que no se aleja Cazorla o Fernando Llorente. Era un habitual Villa. Fue firmar por su nuevo club y en Sudáfrica cambió de bando. No hubo un enfado. Sólo bromas.

La historia sigue igual en la selección nacional. Futbolistas en la sombra como Reina ayudan. 'No tengo que mediar porque no hay problema que solucionar'. Todas las declaraciones del resto de jugadores fueron en ese sentido. 'Son mayores para saber que lo que pasa en el campo allí se queda', afirmó el último en llegar, Del Moral.

De los implicados tomaron la palabra Casillas y Sergio Ramos, los dos que felicitaron a sus compañeros barcelonistas de selección por conquistar en Wembley la Liga de Campeones.

'Se jugaron demasiados clásicos. Crea tensiones. Pero ahora hay que pensar en España. Nos miraremos a la cara, nos acordaremos y ahí quedará todo. Hay que pasar página', admitió Casillas. 'Hay un bien común que hay que tener en cuenta. Hay que olvidarlo todo por el bien de la selección', añadió Ramos. 'Le hemos dado carpetazo al conflicto', sentenció Villa.

Mientras, Del Bosque y su cuerpo técnico decidieron tomar distancia. Ver como se comportaban sus jugadores. Comprobar que nada ha cambiado antes de actuar. Es como viajarán a Estados Unidos y Venezuela.

Te puede interesar