La escudería viguesa anunció ayer públicamente que la prueba no llegará a su 52ª edición por la falta de apoyo del Concello y de la Diputación
Esta vez no habrá vuelta atrás, como sucedió hace unos años. El Rally Rías Baixas no se celebrará en 2016 después de más de cincuenta años siendo fiel a su cita en el calendario nacional de Rallies de Asfalto. Así lo anunció ayer el presidente de la escudería Rías Baixas, Fernando Mouriño, en un acto en el que estuvo acompañado por sus dos predecesores en el cargo, Enrique Fernández y Antonio Pampillón, el actual vicepresidente, Paco González Alegre, y varios miembros de la entidad automovilística.
"Hoy es un día muy triste para nosotros porque hemos tomado la decisión de no calendar el 52 Rally Rías Baixas para el Campeonato de España de este año. Y no se organizará porque a estas alturas no tenemos definido claramente por parte de nuestro Concello de Vigo y nuestra Diputación de Pontevedra las ayudas necesarias para celebrarlo", afirmó Mouriño.
"Hemos llegado a esta decisión porque es de responsabilidad de cara sobre todo a los equipos participantes en el Campeonato de España, para que confeccionen un calendario cierto y claro, y por otro lado porque por parte de la Federación Española se nos exigía, como todos los años, que a mes de octubre formalizáramos la inscripción para dicho campeonato. Al final nos amplió el plazo hasta mediados de este mes de enero y como no tenemos una solución clara hemos tomado esta decisión para nosotros muy dolorosa", continuó Mouriño, que destacó que el Rías "es una prueba histórica, con arraigo popular y un evento con un importante retorno económico para la ciudad. Por eso no entendemos que nos den largas y nos sigan pidiendo tantas cartas de presentación cuando solicitamos las ayudas".
Mouriño confesó "sentir envidia sana" de pruebas como el Rally de Ourense: "Allí las instituciones saben valorar la trascendencia de ese evento y ofrecen un apoyo a largo plazo que permite al comité organizador trabajar en la celebración de la prueba con una tranquilidad económica que nosotros llevamos años sin tener".
El presidente de la escudería Rías Baixas recordó que en las últimas tres ediciones la prueba no había recibido ninguna subvención del Concello, pero "logramos salvarlo gracias al aumento de las ayudas de la Diputación y la Xunta. Cuando la Diputación cambió de color después de las elecciones municipales, intuimos que esto no tenía futuro".
En cuanto al Concello, Mouriño explicó que "en octubre presenté a nuestro concejal de Deportes el proyecto y en diciembre se nos dijo que por parte del Concello teníamos una asignación de diez mil euros, lo que consideramos totalmente insuficiente".
Sobre la Diputación, indicó que "este mes nos llega una carta donde se nos dice que se están haciendo los pliegos de las subvenciones y que cuando salgan, a mediados de febrero, cubramos los documentos y según los eventos que haya tomarán la decisión de ayudarnos o no. A nosotros esto nos crea una incertidumbre enorme y además nos duele porque sabemos que otros eventos a estas alturas ya saben con qué partidas cuentan". Según Fernando Mouriño, "con 55.000 euros que aportaran entre las dos instituciones sería suficiente para organizar el rally, pero aunque se solucionara todo, yo no sería capaz de seguir adelante". En cualquier caso, el presidente de la escudería Rías Baixas aseguró que "si otras personas quieren hacerse cargo de la prueba en el futuro tendrán nuestra colaboración".
Críticas a Abel Caballero
Tanto Mouriño como los expresidentes de la escudería consideran que la falta de ayudas de Concello y Diputación se debe al alcalde, Abel Caballero. "Nos han dicho que si el rally pasaba por los municipios del PP, cuando lleva cuarenta años pasando por las mismas carreteras y en ese tiempo han tenido todo tipo de gobiernos", señaló Mouriño, que reveló que "el alcalde no vino a una entrega de premios porque había mucha gente del PP, que eran cargos de la Xunta o de la Diputación y a mí me da igual el color, y otra vez nos pidieron que retrasáramos la salida del rally porque Caballero llegaba tarde, cosa que no pudimos hacer. A partir de ahí la relación fue diferente y cuando le dije si había algún problema me contestó: tomo nota".
