El ciclista español logró en Andorra su segunda victoria de etapa y 'Purito' Rodríguez aumenta su ventaja en la general

Valverde, el más rápido

El ciclista del Movistar, Alejandro Valverde, levanta los brazos tras ganar la etapa. (Foto: JOSÉ MANUEL VIDAL)
Inteligencia y contundencia en los últimos metros fueron las armas que utilizó Alejandro Valverde (Movistar) para ganar su segunda etapa de la Vuelta, disputada entre Lérida y la Collada de la Gallina, de 174,7 kilómetros, en la 'casa' de Purito Rodríguez (Katusha), quien fue segundo y mantuvo el maillot rojo.
Alejandro volvió a ser magno. Conquistó el Santuario de Arrate, y en el de Canolich volvió a probar el manjar de la victoria. Iluminado por su punta de velocidad, el marcaje a Purito y los consejos del corredor catalán, 'que era el que mejor conocía el terreno', volvió al podio, de donde bajó además con el maillot de puntos azules de la montaña.

Valverde arruinó la fiesta a Purito y relegó al tercer puesto a Alberto Contador, que había atacado en el último kilómetro y no pudo culminar. El británico Chris Froome fue el derrotado en el póquer de favoritos, pero solo perdió 15 segundos en meta.


EN TERRITORIO DE 'PURITO'

La Vuelta entró en 'territorio Purito' con adelanto. El viento ayudó a dar pedales: 52 kilómetros en la primera hora. Seis hombres pasaron al frente por la Seu D'Urgell y entraron en Andorra con cinco minutos de adelanto. Ramírez Abeja (Andalucía), el habitual Javier Aramendía (Caja Rural) Cameron Meyer (Orica), Amael Moinard (BMC), Mickael Buffaz (Cofidis) y Matijn Keizer (Vacansoleil). Mal día para para sorpresas, pues el pelotón volaba con el Sky ya en labores de caza desde lejos.

La escapada pasó a la historia con el australiano Meyer como último superviviente. Ya estaba organizada la gresca entre los jefes de la general. Los últimos 7 kilómetros,a una media del 8 por ciento, fueron espectaculares.

La subida no ofreció respiro. Fue Valverde el primer en demarrar a 2,8 de meta, maniobra que dejo a los cuatro elegidos. Salió Froome después. El inglés, que no tuvo licencia, seguía haciendo de locomotora. Volvió a levantarse en el último kilómetro respondiendo a Purito, pero fue Contador quien abrió hueco. Insuficiente para el de Pinto, que no acaba de pegar en la diana. Tenía la victoria en la mano, pero faltaba la última carta de Valverde. El comodín ganador. Gracias a Purito.

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