El alcalde de Ponferrada, atacado por un grupo de mineros

López Riesco, a la derecho. (Foto: ANA F. BARREDO)
Un piquete de alrededor de un centenar de mineros se enfrentó ayer con el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, al que increparon y arrojaron huevos en la terraza de un bar donde tomaba café y en cuyo interior se vio obligado a refugiarse escoltado por la policía. Previamente, los mineros habían cortado el tráfico en varias calles del centro de la capital berciana y lanzado huevos y una piedra contra la sede del Partido Popular.
De allí se dirigieron al consistorio, que estaba protegido por un cordón policial, y tuvieron conocimiento de que el alcalde estaba en una plaza aledaña tomando café con otras personas.

López Riesco intentó dirigirse a ellos con el gesto de darles la mano, pero los mineros respondieron con lanzamiento de huevos, alguno de los cuales le alcanzó, tiraron algunas tazas y platos al suelo y golpearon las mesas y sillas. La Policía Municipal y la Nacional escoltaron al alcalde al interior del bar mientras los huelguistas le insultaban y pedían su dimisión por no estar apoyando al carbón, con gritos como 'Ponferrada vive de la minería y no de la Ponferradina', que juega la fase de ascenso a Segunda División.

Los manifestantes organizaron una asamblea a las puertas del establecimiento y acordaron hacer una colecta para pagar los destrozos al dueño del bar.

El alcalde abandonó el establecimiento media hora más tarde, cuando los mineros ya cesaban la protestas y muchos ya habían dejado el lugar.

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