La Asamblea General de la Caja de Jaén ha aprobado, con 133 votos a favor y uno en contra, su fusión con la entidad malagueña Unicaja. Los 26 años de vida de la entidad financiera jiennense, creada en 1983 a instancias de la Diputación Provincial, finalizan con una previsión de 2,5 millones de euros de beneficios netos, según ha explicado hoy en rueda de prensa su director general Dionisio Martín.
Y con un 30 por ciento menos de beneficios que en el ejercicio anterior, cuyos resultados fueron de 3,9 millones de euros, pero con cifras muy parecidas a la del resto de cajas.
Además, su liquidez estructural es del 131 por ciento, la mayor del sector de las cajas de ahorro, y una ratio de morosidad del 4,95 por ciento, medio punto por debajo de la media del sector.
Todos estos datos ponen de manifiesto, según su presidente, José Antonio Arcos Moya, que no han ido a la fusión 'por necesidades perentorias', sino adelantándose al futuro, 'adoptando la decisión en el momento más oportuno y con la mejor forma de integración'.
Gracias a que ha sido una fusión y no una integración, Jaén será 'la cabecera de un territorio más amplio que la provincia, abarcando Ciudad Real', división de la que estará al frente Dionisio Martín.
También se mantendrá el empleo de los 227 trabajadores de la entidad, que cuenta con 51 oficinas y 51 millones de euros de recursos propios.
Arcos Moya ha calificado el comportamiento de Unicaja durante el proceso de 'generoso y leal', realizando 'a sabiendas, concesiones por encima de las que estaba obligada'.
La obra social de la Caja de Jaén se gestionará también desde la provincia a través de la fundación a la que habrá que cambiar los estatutos y el nombre y cuya sede se ubicará en el Palacio del Vizconde de Los Villares, para la que ya hay un compromiso explícito de edificación.
Por último habrá una división en torno al olivar, el aceite y la biomasa que se dirigirá desde esta provincia.
Además, su liquidez estructural es del 131 por ciento, la mayor del sector de las cajas de ahorro, y una ratio de morosidad del 4,95 por ciento, medio punto por debajo de la media del sector.
Todos estos datos ponen de manifiesto, según su presidente, José Antonio Arcos Moya, que no han ido a la fusión 'por necesidades perentorias', sino adelantándose al futuro, 'adoptando la decisión en el momento más oportuno y con la mejor forma de integración'.
Gracias a que ha sido una fusión y no una integración, Jaén será 'la cabecera de un territorio más amplio que la provincia, abarcando Ciudad Real', división de la que estará al frente Dionisio Martín.
También se mantendrá el empleo de los 227 trabajadores de la entidad, que cuenta con 51 oficinas y 51 millones de euros de recursos propios.
Arcos Moya ha calificado el comportamiento de Unicaja durante el proceso de 'generoso y leal', realizando 'a sabiendas, concesiones por encima de las que estaba obligada'.
La obra social de la Caja de Jaén se gestionará también desde la provincia a través de la fundación a la que habrá que cambiar los estatutos y el nombre y cuya sede se ubicará en el Palacio del Vizconde de Los Villares, para la que ya hay un compromiso explícito de edificación.
Por último habrá una división en torno al olivar, el aceite y la biomasa que se dirigirá desde esta provincia.
