Saldrán al mercado por un importe mínimo de veinte millones de euros

Clesa venderá el 95% de las acciones de Cacaolat

El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid autorizó a la administración concursal de Clesa a vender el 95 % de las acciones de Cacaolat por al menos 20 millones de euros, en un proceso que se prevé que termine el próximo mes de septiembre, según el auto. El juez Francisco Javier Vaquer aceptó así la solicitud que plantearon los administradores judiciales de Clesa el pasado 29 de julio, con el objetivo de conseguir liquidez para poder pagar a los trabajadores de la empresa láctea de Nueva Rumasa, que está en concurso de acreedores, igual que Cacaolat.
Según el auto, el precio por el 95% de las acciones que están en manos de Clesa (el otro 5 % al empresario catalán Manuel Esteve) 'no será inferior, a veinte millones de euros a satisfacer en efectivo'. 'Además del precio fijo, la oferta podrá contener un precio aplazado, que podrá ser fijo o variable. En el caso de que el precio aplazado fuera variable, se establecerán los criterios de determinación de ese precio', señala la resolución.

El auto fue notificado a los grupos interesados en la compra de Cacaolat, que son Vichy Catalán, el fondo Victory Corporate, Corporación Asturiana Peña Santa, que fabrica Leche Asturiana, y la firma Roures Reenginnering; después de que Leche Pascual se retirase del proceso. Los interesados deberán notificarlo por escrito al administrador auditor de Clesa, Luis Pérez Gil, antes del 16 de agosto y tendrán de plazo de presentación oficial de ofertas hasta el 5 de septiembre. Con ello, la administración concursal de Clesa intenta adelantarse al proceso de venta de la unidad productiva de Cacaolat que fue solicitado por los administradores concursales de la empresa de batidos en los juzgados de Barcelona.

Los administradores de Clesa justifican que la venta de las acciones es la forma de pagar a los trabajadores de la láctea con sede en Madrid, (la empresa de Nueva Rumasa con mayor déficit patrimonial, deudas de 1.112 millones, frente a activos de 304,76 millones). El procedimiento de venta respeta que Cacaolat se quede en Barcelona, se haga en un plazo rápido y exige a los compradores lo mismo que pedían administraciones como la Generalitat.

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