Los afectados por las participaciones preferentes de Novagalicia Banco en Vigo se mueven entre la confusión y el escepticismo sobre si el arbitraje les ayudará a recuperar el dinero invertido, ante el temor a las quitas que sufrirán los clientes que adquirieron estos productos financieros.
En el transcurso de una nueva concentración ante la sede central de Novagalicia Banco en Vigo, varios afectados han mostrado ante los medios su desconfianza hacia el arbitraje, pues algunos como María Belén Bóo temen que 'la gran mayoría' de ellos no va a cobrar por esta vía.
Sospechan que la entidad ha tratado de 'disuadir' a los afectados de que recurran a la vía judicial al publicitarse los primeros laudos favorables a los clientes, aquellos casos en los que apenas había dudas de que hubo vicio de consentimiento en su comercialización.
Así y todo, son muchos los clientes que se han 'apuntado' al arbitraje, como Manuel Rodríguez y Juan González, antes de la publicación del decreto aprobado el viernes que establece quitas de hasta el 70%, 'una vergüenza' en opinión de los afectados.
La misma indignación les producen los incidentes registrados en los exteriores del Castillo de Soutomaior (Pontevedra), donde el PP inició el sábado pasado el curso político, y las palabras que allí pronunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en cuanto a que con él en la Moncloa este problema no se habría producido.
Manuel Rodríguez ha recordado que compró participaciones preferentes en 2003, cuando Rajoy era vicepresidente del Gobierno, y le ha instado a que 'si tanto presume de ser gallego' que arbitre 'una solución como hizo con Bankia'.
La mujer de este cliente de Novagalicia Banco fue una de las manifestantes que recibió algún empujón en las cargas policiales que se produjeron en Soutomaior, a raíz de lo cual sufrió una lipotimia.
Rodríguez ha relatado que mandos de los antidisturbios le reconocieron tras las cargas que habían 'recibido órdenes' para despejar la zona por la que iban a pasar los coches de Rajoy y del presidente de la Xunta y del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de que les dijeran en un primer momento que podían permanecer en el arcén.
También estuvo en Soutomaior María Belén Bóo, quien ha denunciado que la acción de los antidisturbios fue 'desproporcionada' ya que algunos agentes tenían la predisposición de 'aporrear' a los allí presentes.
Sospechan que la entidad ha tratado de 'disuadir' a los afectados de que recurran a la vía judicial al publicitarse los primeros laudos favorables a los clientes, aquellos casos en los que apenas había dudas de que hubo vicio de consentimiento en su comercialización.
Así y todo, son muchos los clientes que se han 'apuntado' al arbitraje, como Manuel Rodríguez y Juan González, antes de la publicación del decreto aprobado el viernes que establece quitas de hasta el 70%, 'una vergüenza' en opinión de los afectados.
La misma indignación les producen los incidentes registrados en los exteriores del Castillo de Soutomaior (Pontevedra), donde el PP inició el sábado pasado el curso político, y las palabras que allí pronunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en cuanto a que con él en la Moncloa este problema no se habría producido.
Manuel Rodríguez ha recordado que compró participaciones preferentes en 2003, cuando Rajoy era vicepresidente del Gobierno, y le ha instado a que 'si tanto presume de ser gallego' que arbitre 'una solución como hizo con Bankia'.
La mujer de este cliente de Novagalicia Banco fue una de las manifestantes que recibió algún empujón en las cargas policiales que se produjeron en Soutomaior, a raíz de lo cual sufrió una lipotimia.
Rodríguez ha relatado que mandos de los antidisturbios le reconocieron tras las cargas que habían 'recibido órdenes' para despejar la zona por la que iban a pasar los coches de Rajoy y del presidente de la Xunta y del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de que les dijeran en un primer momento que podían permanecer en el arcén.
También estuvo en Soutomaior María Belén Bóo, quien ha denunciado que la acción de los antidisturbios fue 'desproporcionada' ya que algunos agentes tenían la predisposición de 'aporrear' a los allí presentes.
