Más tareas por menos dinero, nuevo perfil de transportista

El presidente de la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte, Manuel Hernández, en la protesta en Madrid.
photo_camera El presidente de la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte, Manuel Hernández, en la protesta en Madrid.
Las condiciones laborales de los conductores se han ido precarizando en los últimos 20 años.

El transporte de mercancías vivió en las últimas tres décadas en España cambios que pasaron factura a las condiciones de trabajo de los conductores, cargados con más tareas y peor retribuidos en una espiral de competencia que llevó al límite a parte importante de un colectivo muy fragmentado. La Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte, que agrupa fundamentalmente a pequeños autónomos que realizan portes de media y larga distancia para otras empresas, mantiene desde el pasado 14 de marzo un paro indefinido ante “una situación de abuso y precariedad impuesta por los grandes especuladores del transporte”.

Distintos profesionales y expertos explican los cambios que sufrió un sector, cada vez con más peso y relevancia en la economía, donde se cruzan intereses de distintos actores y en el que el trabajo de camionero se vio devaluado en mitad de una dura competencia vía rebaja de costes. “Los cambios de los últimos años llevaron a un empeoramiento de las condiciones de los conductores”, resumeJorge Algarra, al frente de una empresa del sector, Transportes Vidal Algarra.

“A finales de los años 90 se vivió el primer gran cambio para este colectivo con la externalización del transporte de las grandes empresas”, explica el profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Pablo López, autor de la investigación sobre el sector titulada “Autoexplotación al volante: los camioneros autónomos españoles”. Hasta ese momento, los camioneros eran parte de la plantilla de empresas como Danone o Bimbo que, en muchos casos, tras su despido, volvieron a asignarles los servicios ya como autónomos.

Cargas y descargas

Tras ese primer paso, se produjeron dos más que fueron añadiendo intermediarios en ese creciente proceso de externalización, primero dejar la logística en manos de otras empresas que, en un segundo nivel, subcontratan el transporte a otras más pequeñas lo que potenció ese modelo de “autopatrono”, ese transportista autónomo que realiza portes para otros.

“Las grandes logísticas fueron exigiendo a los chóferes cada vez más tareas como vía para ahorrar costes”, explica Algarra, que señala especialmente a la carga y descarga, trabajos de los que desde hace unos años se encargan algunos camioneros tras las jornadas de conducción; así como algunas tareas administrativas. 

“La subida de los carburantes fue la gota que colmó el vaso especialmente entre los pequeños autónomos”, añade Algarra, que pone como ejemplo que la tarifas por portes que se pagan ahora son las mismas que al principio de 2020 con la consiguientes pérdidas dada la evolución de los carburantes. Por ello, “volver a establecer tarifas mínimas puede ser una vía de solución para acabar con la competencia desleal”, apunta.

Los camioneros dan un “último empujón” al paro

Centenares de camiones desfilaron ayer en una “marcha lenta” por la M-30 de Madrid, en lo que el presidente la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte por Carretera, Manuel Hernández, consideró un “último empujón” al paro indefinido que mantiene desde hace trece días. Aunque el Gobierno se comprometió a presentar un proyecto de ley que asegure a los transportistas que trabajan bajo una rentabilidad mínima, Hernández volvió a rechazar “promesas a largo plazo” y aseguró que desconvocará el paro cuando haya un decreto que impida contratar por debajo de costes, de forma provisional hasta que se apruebe esa ley.

“Si se comprometen a poner en marcha esa ley que pedimos para que no se pueda contratar a bajo coste, no podemos esperar dos o tres meses. Necesitamos una medida antes de empezar a trabajar que garantice que eso va a ser así ya. Y si se tarda tres meses en hacer la ley que haya al menos un decreto que de manera provisional cubra esa necesidad y no puedan seguir explotándonos”, reclamó Hernández en su cuenta de Facebook.

La réplica vino de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que tras coincidir en que “nadie puede trabajar a pérdidas”, recordó que el Gobierno ya recogió esta “idea” en el acuerdo que firmó con el Comité Nacional del Transporte por Carretera. En una entrevista concedida ayer, Ribera defendió ese acuerdo y la necesidad de ser “escrupulosos” en la representación institucional, para evitar que “individualmente uno pueda cuestionar los grandes acuerdos a los que se pueda llegar con las organizaciones más representativas del sector”. 

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