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Música para las plantas

Un cactus en una maceta de cristal sobre la que están colocados unos auriculares.
photo_camera Un cactus en una maceta de cristal sobre la que están colocados unos auriculares.
La musicoterapia no solo es beneficiosa para las personas, también para otros seres vivos, ya que está demostrado que las melodías y los tonos suaves o instrumentales favorecen el crecimiento

Desde pequeño la música siempre me ha apasionado, hay una gran variedad de géneros y una infinidad de compositores. Esta fascinación es algo comprensible desde que se ha estudiado la musicoterapia, la cual consiste en el uso de la música y de sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía), en un proceso destinado a facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas. En este sentido, ya que es conocido que la música es de gran ayuda para las personas, surge la curiosidad de indagar su efecto sobre la fisiología de otros seres vivos, en este caso, hablaremos de sus efectos sobre las plantas.

Considerando estudios realizados como los de Retallack, quien indicó que dependiendo del tipo de música que se les aplique, las plantas incrementan su crecimiento y que, existen melodías que benefician su desarrollo, mientras que otras actúan negativamente, alterando su estructura. Bose un físico, biólogo, botánico, arqueólogo y escritor bengalí, realizó, por su parte, variados experimentos relacionados con la respuesta de la planta como un medio de investigación fisiológica, también demostró, con la ayuda de un crestógrafo (dispositivo para medir y grabar el crecimiento de las plantas) que las plantas responden a diversos estímulos, y encontró el paralelismo entre los tejidos animales y vegetales. Los experimentos de este autor mostraron que las plantas crecen más rápido siendo expuestas a música agradable y su crecimiento era mucho más lento o retrasado cuando se encontraban expuestas al ruido o sonidos fuertes.

Como estos, existen muchos más experimentos a lo largo de finales del siglo XX y en la actualidad, ya que se siguen realizando estudios que buscan una respuesta al por qué. Como ya hemos hablado, existen estilos de música que afectan de una forman positiva y otros que afectan negativamente, dentro de los que afectan de manera positiva existen varios grados. El rock, por ejemplo, afecta de manera positiva, incrementando el crecimiento de las plantas, pero la música instrumental, más suave, afecta con mayor incidencia a estas condiciones.

Tus plantas también podrían sufrir efectos negativos si el volumen o la frecuencia de la música es demasiado alta. Este es un efecto que todavía no puede ser explicado, basado en la apertura y el cierre de los estomas. La influencia negativa de una frecuencia demasiado alta podría ser explicada utilizando una técnica conocida como “resonancia del esqueleto”.

Una explicación que se baraja a la hora de hablar de las variaciones dentro de estilos es que la música clásica contiene tonos más puros, mientras que el heavy metal, por ejemplo, está lleno de efectos de guitarra como la distorsión, el reverb o la ganancia misma que se le añade para conseguir ese sonido más fuerte. Esto puede llamar la atención de muchos oídos, pero las plantas buscan un sonido más suave.

Ahora podrás ponerte algo de música mientras trabajas en tu jardín, pudiendo con esto beneficiarte tanto tú mismo como a tus plantas, favoreciendo su crecimiento. Recuerda buscar sonidos limpios con tonalidades mas puras y buscando escalas mayores, ya que tampoco queremos que nuestras plantas se depriman. Algo de Mozart, Beethoven, Prokofiev o ya si queremos algo de pop, podemos deleitarnos con los temas de Eddie Reader, que tratan de representar la calma de la propia naturaleza. 

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