Alemania y Países Bajos insisten en que la participación sea sustancial y el BCE, voluntaria

La participación de la banca en el rescate griego divide a la UE

En primer término, Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, con sus compañeros. (Foto: OLIVIER HOSLET)
Los ministros de Economía de la eurozona mantuvieron ayer sus discrepancias sobre la contribución de la banca al segundo rescate de Grecia. El enfrentamiento retrasará probablemente hasta septiembre la aprobación de este nuevo plan de ayuda, pese a las fuertes tensiones en los mercados.
Alemania y Países Bajos exigen que la participación del sector privado sea 'sustancial' aunque las agencias de 'rating' lo consideren un impago, mientras que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, se alineó con el Banco Central Europeo (BCE) y avisó de que de que ello podría aumentar la inestabilidad en los mercados.

La reunión extraordinaria previa al Eurogrupo de los mandatarios de las instituciones de la UE sobre la crisis de deuda ha concluido sin ningún resultado o avance visible pese a la expectación generada. La convocó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y asistieron el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso; el del BCE, Jean-Claude Trichet; el del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

'Cuanto más tiempo tardemos, más corremos el riesgo de una quiebra y dejamos de controlar la situación', avisó el ministro de Finanzas griego, Didier Reynders, que admitió su 'preocupación' por las 'tensiones' en Italia y otros países de la eurozona. Sin embargo, tanto el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, como el holandés, Jan Kees de Jager, minimizaron el riesgo de contagio a Roma.


AMPLIACIÓN DE LA CRISIS

En contraste, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, admitió que la crisis alcanzó una dimensión 'más sistémica' y que 'no se puede hablar de uno o de otro país' sino 'de la estabilidad del euro en su conjunto'. 'Tenemos que dar una imagen de unidad, tenemos que dar una imagen de firmeza y tenemos que dar una imagen de determinación, de que haremos todo lo que sea necesario para garantizar la estabilidad del euro', reclamó.

Salgado insistió en que la contribución de la banca al segundo rescate de Grecia debe ser 'voluntaria' y 'procurar la suficiente estabilidad en los mercados financieros'. España secunda así la posición del BCE, que sostiene que cualquier participación de la banca que sea considerada impago provocará un efecto contagio en toda la eurozona similar al que causó la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers en 2008.

Sin embargo, Alemania y Países Bajos mantienen su exigencia de que los bancos aporte una contribución 'sustancial' al nuevo plan de ayuda a Atenas, incluso aunque las agencias de 'rating' interpreten esta participación del sector privado como un impago, según ha repetido el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.

'Una participación sustancial del sector privado es una precondición para Países Bajos y Alemania', ha dicho De Jager. 'No decimos que tenga que ser obligatoria, todavía queremos que sea voluntaria, pero algunas agencias de 'rating' verán cualquier participación sustancial como no completamente voluntaria', explicó.

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