La planta viguesa de PSA Peugeot-Citroën activará en septiembre el protocolo de confidencialidad en toda la fábrica para proteger al máximo los nuevos coches que va a fabricar a partir de 2012.
La planta viguesa de PSA Peugeot-Citroën activará en septiembre el protocolo de confidencialidad en toda la fábrica para proteger al máximo los nuevos coches que va a fabricar a partir de 2012.
Entre las medidas que la empresa implantará está la prohibición a los trabajadores del uso de teléfono móvil en las instalaciones, algo que ya lleva varios meses aplicándose en ferraje, donde las obras para los lanzamientos están a punto de finalizarse. Así se lo comunicó ayer la dirección al comité, según informaron fuentes sindicales a este diario.
Los cerca de 7.500 trabajadores que tiene la planta se irán hoy de vacaciones hasta finales de agosto, periodo en el que la empresa aprovechará para realizar la reforma más importante y de mayor calado, la de las líneas de montaje de los monovolúmenes y de las furgonetas. Está previsto que quede finalizada el próximo mes -las obras en las líneas de producción son necesarias con la actividad totalmente parada- y participarán unos 1.500 efectivos y 250 empresas.
Otra de las medidas que se llevarán a cabo hasta la salida al mercado de los vehículos -finales de 2012 y principios de 2013- será restringir al máximo las visitas del exterior a la planta de Balaídos.
Los nuevos coches -cuyas preseries (producción inicial muy reducida a modo de prueba) está previsto que comiencen en unos meses- son las versiones eléctricas de las furgonetas y los M3 y M4 (nombre industrial), que irán destinados a países emergentes.
PSA Vigo prevé alcanzar los 600.000 vehículos anuales en 2013 -este año cerrará con menos de 400.000- y recuperar los 10.000 trabajadores -ahora son 7.500- tras los lanzamientos.
Entre las medidas que la empresa implantará está la prohibición a los trabajadores del uso de teléfono móvil en las instalaciones, algo que ya lleva varios meses aplicándose en ferraje, donde las obras para los lanzamientos están a punto de finalizarse. Así se lo comunicó ayer la dirección al comité, según informaron fuentes sindicales a este diario.
Los cerca de 7.500 trabajadores que tiene la planta se irán hoy de vacaciones hasta finales de agosto, periodo en el que la empresa aprovechará para realizar la reforma más importante y de mayor calado, la de las líneas de montaje de los monovolúmenes y de las furgonetas. Está previsto que quede finalizada el próximo mes -las obras en las líneas de producción son necesarias con la actividad totalmente parada- y participarán unos 1.500 efectivos y 250 empresas.
Otra de las medidas que se llevarán a cabo hasta la salida al mercado de los vehículos -finales de 2012 y principios de 2013- será restringir al máximo las visitas del exterior a la planta de Balaídos.
Los nuevos coches -cuyas preseries (producción inicial muy reducida a modo de prueba) está previsto que comiencen en unos meses- son las versiones eléctricas de las furgonetas y los M3 y M4 (nombre industrial), que irán destinados a países emergentes.
PSA Vigo prevé alcanzar los 600.000 vehículos anuales en 2013 -este año cerrará con menos de 400.000- y recuperar los 10.000 trabajadores -ahora son 7.500- tras los lanzamientos.
