La decisión surgió un día después de que el Gobierno luso mantuviese su veto a la operación

Telefónica desiste de su oferta a PT sobre la brasileña Vivo

César Alierta.
Telefónica dio por extinguida su oferta para comprar el 50 por ciento de la holandesa Brasilcel, participada por la compañía española y por Portugal Telecom (PT), propietaria del 60 por ciento de la brasileña Vivo.
Telefónica comunicó este 'hecho relevante' a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según informó el secretario general y del Consejo de Administración de la compañía española, Ramiro Sánchez de Lerín.

Según esta comunicación a la CNMV, Telefónica desiste de su oferta al no haberla aceptado el Consejo de Administración de Portugal Telecom, dentro del plazo fijado.

El rechazo fue decidido en la reunión que el Consejo de Administración de Portugal Telecom celebró el pasado jueves, después de que César Alierta, presidente de Telefónica, advirtiera que ayer a medianoche terminaría el plazo dado por la multinacional española para que PT aceptara su oferta de adquirir el 30% de la brasileña Vivo.

Portugal Telecom ha rechazado una oferta de 7.150 millones de euros por Vivo, que había sido aceptada por el 75% de los accionistas de Portugal Telecom, según recordaba César Alierta en declaraciones recientes.

La operación se habría realizado a través de la compra del 50 por ciento que Portugal Telecom tiene en Brasilcel, empresa en la que también participa Telefónica con otro 50 por ciento y que es la propietaria del 60% del capital de Vivo.

La decisión de Telefónica de dar por extinguida su oferta por Brasilcel cierra, por el momento, un proceso iniciado el pasado 6 de mayo cuando la compañía española hizo una oferta de 5.700 millones de euros por las acciones de Vivo, que fue rechazada por el Consejo de Administración de PT argumentando que su parte en la operadora brasileña no estaba en venta.

Ante este rechazo, Telefónica subió la oferta a 6.500 millones el 1 de junio, ante la que Portugal Telecom convocó una asamblea de accionistas para decidir sobre la operación.

PT consideró en ese momento que la oferta por las acciones de Vivo era baja, a lo que Telefónica respondió, pocas horas antes del inicio de la reunión de accionistas, con la oferta final de 7.150 millones de euros, cifra que sí convenció a la mayoría de los accionistas (75%).

La operación fue vetada por el Gobierno portugués que, al conocer el resultado de la asamblea, optó por recurrir a su acción de oro para que Portugal Telecom no salga de Brasil.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea comunicó su decisión el pasado día 8. El fallo judicial, que no admite recurso, declaró ilegales los derechos especiales que Portugal mantiene sobre su antiguo monopolio de telefonía.

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