La portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha defendido hoy que la próxima reforma laboral establezca que todos los nuevos contratos sean indefinidos, salvo aquellos que se apliquen a labores realmente temporales o de sustitución.
Díez ha considerado que esta simplificación del modelo de contrato es buena para el empresario y para el trabajador.
La compensación del despido de los nuevos contratos indefinidos sería 'creciente' en función de la antigüedad del empleado, ha explicado la dirigente de UPyD.
'Es un modelo que funciona de manera positiva en los países donde se ha implantado. Es bueno para la empresa y para el trabajador', ha sostenido.
La reforma laboral que plantea UPyD seguiría manteniendo los contratos temporales, pero sólo para sustituciones o para aquellos casos en que los que la realización del trabajo no ocupe toda la jornada laboral.
Díez ha opinado que la experiencia ha demostrado que el actual modelo dual de contratos -temporales e indefinidos- ha sido un 'fracaso'.
La portavoz de UPyD se ha mostrado partidaria de la revisión de los plazos fijados por la UE sobre cumplimiento de los objetivos de déficit para este año y 2013 después de que se hayan rebajado las previsiones económicas para este curso.
'Si se revisan las expectativas de crecimiento, también hay que revisar el déficit y el plazo para cumplirlo', ha afirmado.
La dirigente de UPyD ha considerado viable cumplir los objetivos previstos, pero ha añadido: 'La cuestión es, ¿a qué precio?'.
La UE ha fijado para este año un déficit del 4,4 por ciento y para 2013, del 3 por ciento.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha defendido que Bruselas marque un nuevo objetivo para España en 2012 que tenga en cuenta el previsible escenario de recesión, puesto que el Banco de España prevé una caída de la economía del 1,5 por ciento en este ejercicio.
Díez ha reiterado además que su grupo parlamentario presentará una iniciativa para reformar el marco autonómico y fijar 'techos competenciales' que garanticen la cohesión del país.
'España debe repensar el modelo territorial del Estado con un criterio nacional. La actual estructura nos ha llevado a un país inviable desde el punto de vista político e insostenible desde el económico', ha argumentado.
