La Consellería de Trabajo quiere facilitar el acceso al cooperativismo con la reforma de la ley gallega que regula este sector, de manera que los emprendedores tengan en cuenta esta fórmula alternativa a la hora de crear una empresa con la finalidad de fortalecer el tejido productivo gallego.
El director general de Relaciones Laborales de la Consellería de Trabajo, Odilo Martiñá, explicó en una entrevista los prolegómenos de la reforma de la Ley gallega de Cooperativas, del año 1998, que comenzaron el pasado diciembre con una reunión del Consejo gallego en el que se abordaron las opiniones de las asociaciones sobre dicha modificación, casi todas coincidentes.
Los plazos que baraja Martiñá abarcan tres periodos: De abril a junio para contar con un texto articulado; de junio a septiembre para remitirlo a los sectores afectados y que presenten alegaciones u observaciones, y a partir de septiembre para elaborar el proyecto de ley y remitirlo al Consello de la Xunta y después al Parlamento.
El objetivo de la Administración autonómica es aprobar la reforma de la ley durante el primer trimestre de 2011.
El avance en la puesta en común de medidas y cambios a incluir en la nueva norma gallega se producirá previsiblemente en la segunda semana del mes de abril, en otra reunión del Consejo, y se orientará a proporcionar 'más importancia al sector, que sea conocido como fórmula alternativa para un emprendedor' que esté buscando la posibilidad de iniciar un negocio, explicó el director general.
De hecho, continuó, la conveniencia de reformar la ley se basa en la necesaria adaptación a normas posteriores e inclusión de nuevas fórmulas de cooperativas que en 1998, cuando entró en vigor, no estaban muy desarrolladas y ahora 'pueden ser una alternativa más al movimiento cooperativo'.
'El grueso de la modificación va enfocado a facilitar el acceso al cooperativismo', argumentó Martiñá, pues si bien el sector cooperativista resultó también afectado por la actual crisis económica, cuenta con una 'resistencia mayor que otras fórmulas empresariales, quizá porque los trabajadores son parte de la empresa', opinó.
En este sentido, entre otras propuestas planteadas en la primera reunión entre la Xunta y las cooperativas, figura la posibilidad de reducir a tres el número mínimo de socios para facilitar la constitución de una cooperativa -actualmente son cuatro, excepto en algunas específicas- y de establecer entidades mixtas -con socios trabajadores y no trabajadores-.
Sobre esta última, Martiñá incidió en la relevancia de la regulación de nuevas cooperativas, una modalidad no recogida en la ley gallega aunque sí en otras autonómicas, pues supone que las empresas también podrían integrar estas entidades, así como sus trabajadores formar parte importante del negocio de la sociedad que se incorpora.
Además, el hecho de que haya una parte de la cooperativa que sea una empresa abre una nueva vía para obtener financiación.
Ambas iniciativas cuentan con el visto bueno de las asociaciones de cooperativas, tanto agrarias como del mar, trabajo asociado o enseñanza, que continuarán sus trabajos en dos semanas.
En todo caso y aparte de las cuestiones técnicas, todas ellas exponen en sus primeras reflexiones que de lo que se trata es de intentar favorecer la creación de las cooperativas, si bien será un grupo de expertos integrado por técnicos de las asociaciones de cooperativas, la Administración y externos los que se encarguen en detalle de este trabajo.
Los temas que abordarán pasan por el tratamiento del régimen de incompatibilidades del consejo rector, el mecanismo de bajas en caso de cese definitivo de la prestación de trabajo del cooperativista, la ampliación de las modalidades y efectos de la fusión de cooperativas, o la normativa contable.
Los plazos que baraja Martiñá abarcan tres periodos: De abril a junio para contar con un texto articulado; de junio a septiembre para remitirlo a los sectores afectados y que presenten alegaciones u observaciones, y a partir de septiembre para elaborar el proyecto de ley y remitirlo al Consello de la Xunta y después al Parlamento.
El objetivo de la Administración autonómica es aprobar la reforma de la ley durante el primer trimestre de 2011.
El avance en la puesta en común de medidas y cambios a incluir en la nueva norma gallega se producirá previsiblemente en la segunda semana del mes de abril, en otra reunión del Consejo, y se orientará a proporcionar 'más importancia al sector, que sea conocido como fórmula alternativa para un emprendedor' que esté buscando la posibilidad de iniciar un negocio, explicó el director general.
De hecho, continuó, la conveniencia de reformar la ley se basa en la necesaria adaptación a normas posteriores e inclusión de nuevas fórmulas de cooperativas que en 1998, cuando entró en vigor, no estaban muy desarrolladas y ahora 'pueden ser una alternativa más al movimiento cooperativo'.
'El grueso de la modificación va enfocado a facilitar el acceso al cooperativismo', argumentó Martiñá, pues si bien el sector cooperativista resultó también afectado por la actual crisis económica, cuenta con una 'resistencia mayor que otras fórmulas empresariales, quizá porque los trabajadores son parte de la empresa', opinó.
En este sentido, entre otras propuestas planteadas en la primera reunión entre la Xunta y las cooperativas, figura la posibilidad de reducir a tres el número mínimo de socios para facilitar la constitución de una cooperativa -actualmente son cuatro, excepto en algunas específicas- y de establecer entidades mixtas -con socios trabajadores y no trabajadores-.
Sobre esta última, Martiñá incidió en la relevancia de la regulación de nuevas cooperativas, una modalidad no recogida en la ley gallega aunque sí en otras autonómicas, pues supone que las empresas también podrían integrar estas entidades, así como sus trabajadores formar parte importante del negocio de la sociedad que se incorpora.
Además, el hecho de que haya una parte de la cooperativa que sea una empresa abre una nueva vía para obtener financiación.
Ambas iniciativas cuentan con el visto bueno de las asociaciones de cooperativas, tanto agrarias como del mar, trabajo asociado o enseñanza, que continuarán sus trabajos en dos semanas.
En todo caso y aparte de las cuestiones técnicas, todas ellas exponen en sus primeras reflexiones que de lo que se trata es de intentar favorecer la creación de las cooperativas, si bien será un grupo de expertos integrado por técnicos de las asociaciones de cooperativas, la Administración y externos los que se encarguen en detalle de este trabajo.
Los temas que abordarán pasan por el tratamiento del régimen de incompatibilidades del consejo rector, el mecanismo de bajas en caso de cese definitivo de la prestación de trabajo del cooperativista, la ampliación de las modalidades y efectos de la fusión de cooperativas, o la normativa contable.
