“Expourense es un elemento dinamizador en un contexto difícil'

Esta semana comienza en el recinto ferial de Expourense una nueva edición de Xantar, Salón Galego de Gastronomía e Turismo, un evento que cumple su decimocuarto año como punto de encuentro de los recursos turísticos de las rexgiones participantes en el salón. Alejandro Rubín, director-gerente de Expourense, destaca algunos aspectos de la organización del evento y cómo el recinto se adapta a las demandas empresariales y económicas actuales para seguir siendo un referente dentro de los espacios feriales a nivel nacional.
¿Cómo afronta Expourense la nueva edición de Xantar que comienza este miércoles?
Después de 14 años afrontamos el evento como si fuera su primera edición. Llegué a Expourense en octubre de 1999 y la primera edición de Xantar, en 2000, fue mi primer gran evento como director-gerente. El complejo va a estar completo, y hemos ido adaptándonos al contexto social, empresarial y económico de los últimos años. Esto supone que para que la empresa privada y la pública sigan teniendo al salón como un referente, al igual que países como Portugal, que estará presente con la representación de varias de sus localidades y regiones, o Perú, país invitado en esta edición.

¿Qué aspectos destacaría de la organización y planificación del salón?
Xantar es un salón logísticamente muy complejo, a la vez que es el evento de mayor duración que cuantos tienen lugar en Expourense. La oferta no desmerece de años anteriores y hemos ajustado los precios de los menús. Por otro lado Xantar tiene una parte empresarial muy importante que seguimos reforzando con más de 60 actividades dirigidas a profesionales.

¿Cómo es el desarrollo de Xantar y la valoración del salón por parte de los asistentes?
Xantar es un salón muy enfocado al sector profesional, con la culminación de ese trabajo que realizamos reflejado en lo que son los menús de degustación que están a disposición del público en general. Xantar es, de todos los eventos que tienen lugar en Expourense, el que más recuerda la gente. Además tiene aspectos de valoración muy significativos, como ser el evento de mayor fidelidad entre el público que acude cada año y el que produce más satisfacción entre los visitantes.

¿Cómo ha logrado Expourense mantener con éxito el equilibrio entre participación pública y privada?
La propia configuración del patronato Expourense permite ese equilibrio. Es un patronato fuerte incluso en momentos difíciles. También ha sido muy importante la apuesta decidida por la internacionalización de los eventos, que permiten una viabilidad y una prolongación de ese interés de la empresa privada y de las instituciones públicas en el tiempo. Este carácter internacional de una gran parte del programa de Expourense permitió que el año pasado pudiésemos completar todo el programa del recinto, seguir estando presentes y siendo un punto de encuentro en un contexto económico y empresarial tan complejo como el actual.

¿Cómo se consigue mantener una imagen tan valorada y respetada?
No somos perfectos, pero sí creo que hay principalmente dos razones, entre otras, que dan valor a nuestro trabajo. Por una parte está la composición tan variada tanto del propio patronato como del grupo de personas que trabaja en Expourense, lo que permite un gran contraste de ideas, iniciativas y acciones pero siempre coordinadas hacia un objetivo común. Esto permite mantener vivos los proyectos, mejorarlos y adaptarlos a las circunstancias manteniendo su imagen y competitividad. Hay un aspecto muy importante que es el apoyo que tanto Expourense como los propios eventos reciben del asociacionismo. Más de 70 asociaciones locales, nacionales e internacionales de todo tipo de sectores comerciales y empresariales apoyan y participan directamente en el programa a lo largo del año.

¿Qué importancia tiene el capital humano en el programa?
Hay tres pilares son los que nos permiten continuar con nuestra labor . Por un lado, y como comentaba anteriormente, el apoyo privado y público al proyecto que supone Expourense es un impulso fundamental a las actividades que realizamos en el complejo. También están los colectivos, que se suman e impulsan las iniciativas con una participación directa. Además Expourense cuenta con un equipo profesional joven y entusiasta que aporta fuerza y dinamismo.

¿Cómo afronta Expourense este año 2013?
Tenemos un programa que mantiene la misma dimensión que en años anteriores. Es un proyecto ambicioso, pero no alejado de la realidad. Expourense es un elemento dinamizador. Son muchas las empresas que permiten la ejecución del evento y que también producen un retorno económico para la ciudad. Con cada evento se lucha por hacer algo, realizar un encuentro o una actividad que ilusione. Ilusión es una palabra que hay que repetir.

¿En qué influye la actual situación económica y social en el programa de Expourense?
Con menos recursos hemos continuado, mantenido e incluso desarrollado aún más el proyecto. la unión y la colaboración entre profesionales, empresas e instituciones públicas y privadas es fundamental, y más en tiempos como los de hoy. Hace falta unión, apoyarse unos a otros, complementarse. No nos podemos engañar a nosotros mismos, hay aspectos de hace años que ahora no son iguales, han cambiado. Muchos siempre hacen más que uno.

¿Organizar eventos internacionales en Ourense tiene la misma repercusión que hacerlo en ciudades más importantes ?
La gente asocia el proyecto con el lugar en el que se celebra. Y ese proyecto puede tener la misma dimensión independientemente del tamaño de la ciudad si demuestra profesionalidad. Ourense es una ciudad más pequeña comparada con Madrid o Barcelona, pero muchos de los eventos de Expourense tienen una dimensión internacional y una gran repercusión en los medios de comunicación.

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