Jefe de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia

José Luis Ulla: ’El carné por puntos y el nuevo Código Penal comienzan a ser efectivos entre los conductores’

El balance de víctimas de tráfico en el primer trimestre del año invita al optimismo, se ha reducido un 43% la siniestralidad con respecto al mismo período del año anterior. En 2007 murieron 63 personas y en los tres primeros meses de 2008 se registraron 36 víctimas mortales. Son 36 vidas y eso siempre es demasiado para el jefe de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia.
El teniente coronel José Luis Ulla Rega, natural de Arzúa (A Coruña) e hijo de guardia civil, repasa en su despacho las tablas de accidentes y víctimas. Las comparaciones con tiempos pasados invitan al optimismo, pero insiste en que hay margen para la mejora. El máximo responsable de Tráfico en Galicia es capaz de interpretar las estadísticas y humanizarlas. Atribuye el descenso en las muertes a la mayor concienciación de los conductores y al miedo a las sanciones.

El descenso en la siniestralidad en las carreteras gallegas en el primer trimestre supera el 40%, mientras que en el resto de España no pasa del 20%. ¿Qué lectura podemos hacer de estos datos?

Las cifras correspondientes a los tres primeros meses del año son claras. Galicia es la comunidad que encabeza el descenso de la siniestralidad en las carreteras. El carné por puntos lleva casi dos años y empieza a ser efectivo, la reforma del Código Penal también le metido el miedo en el cuerpo a los conductores; nadie quiere ir a la cárcel.

¿Cómo se han materializado esos cambios introducidos en le Código Penal?

Galicia es la comunidad en la que se han puesto a disposición judicial más personas y la gente sabe que los castigos son mayores: las multas se han endurecido, las posibilidades de que darse sin carné aumentan, la reincidencia en los delitos puede conducir a prisión todo ha tenido un efecto positivo.

¿Cuántas personas han declarado ante el juez?

En los últimos cuatro meses, desde que el 2 de diciembre entró en vigor la reforma del Código Penal, hemos enviado al juzgado a más de mil conductores que superaban la tasa de alcohol; representa el 20% de las personas que se han puesto a disposición judicial en España por ir al volante bajo los efectos del alcohol. Si nadie condujera con ningún tipo de sustancias al volante, la siniestralidad se reduciría en un 30%; muchas personas piensan que tienen con trolada la situación después de beber un par de copas o unas cervezas y no son conscientes del peligro. Este tipo de sensaciones hace que la Unión Europea apunte hacia una tasa cero en el futuro.

¿Es el alcohol el principal motivo de las denuncias que terminan en el juzgado?

Sí, son 1.031 conductores que superaban los niveles de alcohol en sangre. Los otros casos más habituales son los motivados por excesos de velocidad; también hemos puesto a disposición judicial a bastantes personas que iban al volante pese a haber ago tado los 12 puntos del carné.

¿Hay más miedo a la sanción o existe una mayor concienciación por parte de los conductores?

Influyen todos los factores. Está claro que nadie quiere ir a la cárcel, pero las campañas de disuasión y sensibilización dirigidas a los diferentes colectivos implicados en el tráfico por carretera van dando sus frutos. Esto demuestra que cuando mejora el comportamiento de los conductores baja la cifra de muertos; muchos atribuían la alta siniestralidad en la comunidad gallega a las características de las carreteras, las condiciones meteorológicas y otros factores; lo cierto es que el factor más influyente es el comportamiento de quien va al volante y, teniendo en cuenta las cifras de los últimos meses, hay que felicitar a los conductores.

Además del cambio de actitud de los conductores, ¿Qué atrás medidas influyen?

Ha aumentado la vigilancia en las vías secundarias, especialmente en el verano cuando se registra mayor afluencia de tráfico; el servicio de Noitebús reduce los riesgos entre los jóvenes durante los fines de semana, un colectivo que registraba altísimos niveles de mortalidad; hay un mayor compromiso social. Todos los factores ayudan.

En los últimos meses se ha confirmado una tendencia preocupante y cada vez son más los moteros que mueren en las carreteras. ¿Por qué?

Hay muchos motivos. En muchos casos es responsabilidad de un conductor de un vehículo de cuatro ruedas, pero también hay accidentes que tienen su origen en la irresponsabilidad de quien pilota la motocicleta. Las consecuencias lesivas son mayores porque suelen impactar con muros, vallas o quitamiedos; aunque haya que realizar mejoras en las infraestructuras, lo fundamental es evitar el accidente para que no se produzca el impacto. La familia motera es responsable, pero siempre hay algunos que fuerzan la máquina amparándose en la colectividad. Muchos son jóvenes, con poca experiencia, que tienen acceso a motos de gran cilindrada y pierden el control.

Otra de sus mayores preocupaciones en los últimos años han sido los peatones; más de cincuenta murieron el año pasado. ¿Ha mejorado la situación?

En lo que va de año ha descendido notablemente la cifra de peatones fallecidos, cerca de un 40%. El primer trimestre se cerró con cinco víctimas mortales, muchas menos que en temporadas anteriores. No sólo se ha rebajado la mortalidad, sino que ha variado el perfil del peatón atropellado. ¿Cuál era ese perfil? Atendiendo a los datos de otros años, el perfil del atropellado era una persona mayor de 50 años, habitualmente mujer, que caminaba por el arcén de carreteras secundarias para desplazarse de casa a la finca o a una tienda próxima; los fallecidos el primer trimestre escapan de este perfil.

¿A que atribuye la reducción de atropellos mortales?

Han dado resultado las campañas de información y sensibilización. Llevamos tiempo insistiendo en la necesidad de que los peatones se hagan visibles a través de un chaleco reflectante y sea consciente de los riesgos, especialmente las personas mayores o con movilidad reducida. La campaña Faite ver, promovida por la Xunta de Galicia en colaboración de las asociaciones de víctima de accidentes y la Guadia Civil está siendo efectiva. El reparto de chalecos entre los peatones más vulnerables es una medida acertada, aunque no se puede bajar la guardia.


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