Juan Jiménez defendió que el modelo productivo español se reoriente hacia otros sectores que generen más valor añadido.
¿Qué retos tiene el empresariado ante la recesión? Vamos a estar en primera línea para seguir afrontando riesgos, creando empresas y empleo, pero lanzamos el mensaje a las autoridades públicas de que todos tenemos que empujar en la misma dirección, porque el proceso de desaceleración de la economía es más profundo de lo que hemos venido analizando en los últimos tiempos.
Sin embargo, la CEOE lanzó unas previsiones muy pesimistas sobre la evolución del empleo.
Es verdad que el proceso de creación neta de empleo de los últimos años se va a ver frenado bruscamente. No quisiéramos entrar en niveles de desempleo que no serían deseables para la economía, porque eso supondría menos cotizantes y más perceptores de prestaciones por desempleo, y eso iría muy mal para las cuentas de la Seguridad Social. Vamos a intentar que el empleo siga en la línea de mantenerse al menos en la situación en que está ahora.
La construcción ha sido un sector fundamental del crecimiento económico hasta ahora. ¿Qué futuro le espera? Dentro de la construcción tenemos que hablar del subsec tor vivienda, porque es el que sufre más los efectos. Nosotros aspiramos a que la construcción, a través de las infraestructuras, siga pujando de manera fuerte. No creo que vaya a tener capacidad de asumir la caída del sector vivienda, pero sí tiene que dar un paso adelante. Y las inversiones públicas deben aparecer, tanto en el ámbito autonómico como el estatal. En cuanto a la vivienda, cierto que va a caer. Va a haber provincias que se verán más afectadas, sobre todo aquellas con sector residencial y turístico especial. El volumen de años anteriores va a ser imposible mantenerlo, pero esperamos que la caída no sea demasiado espectacular.
¿La empresa española ha reforzado aspectos como innovación o competitividad? Nos hemos preparado bastante, somos la octava economía del mundo y eso no se produce por casualidad. Tenemos un sector empresarial que está presente en prácticamente todos los mercados internacionales, en sectores punta de tecnología, energía o telecomunicaciones. No estamos en sectores residuales. ¿Eso quiere decir que lo tenemos todo hecho? No. Tenemos que seguir formándonos, preparándonos e intentar mejorar nuestra capacidad tecnológica para cambiar en parte el modelo productivo del pasado, basado en los servicios y la construcción. Ahora éstos también, pero las nuevas tecnologías serán muy importantes.
En su intervención hizo varias advertencias al Gobierno. ¿Cuáles son, en concreto, las medidas que le urgen? Las reformas van dirigidas al mundo empresarial, para dar un giro en el modelo productivo por otro que genere más valor añadido. También tenemos que mejorar la capacidad de competir de nuestros recursos humanos: invertir en formación y educación.
¿Qué perspectivas cree que tiene Galicia? Creo que se mantendrá en la misma línea que el resto de España, los mercados están cada vez más interconectados y lo que ocurra a la economía española influirá también en la de Galicia.
Sin embargo, la CEOE lanzó unas previsiones muy pesimistas sobre la evolución del empleo.
Es verdad que el proceso de creación neta de empleo de los últimos años se va a ver frenado bruscamente. No quisiéramos entrar en niveles de desempleo que no serían deseables para la economía, porque eso supondría menos cotizantes y más perceptores de prestaciones por desempleo, y eso iría muy mal para las cuentas de la Seguridad Social. Vamos a intentar que el empleo siga en la línea de mantenerse al menos en la situación en que está ahora.
La construcción ha sido un sector fundamental del crecimiento económico hasta ahora. ¿Qué futuro le espera? Dentro de la construcción tenemos que hablar del subsec tor vivienda, porque es el que sufre más los efectos. Nosotros aspiramos a que la construcción, a través de las infraestructuras, siga pujando de manera fuerte. No creo que vaya a tener capacidad de asumir la caída del sector vivienda, pero sí tiene que dar un paso adelante. Y las inversiones públicas deben aparecer, tanto en el ámbito autonómico como el estatal. En cuanto a la vivienda, cierto que va a caer. Va a haber provincias que se verán más afectadas, sobre todo aquellas con sector residencial y turístico especial. El volumen de años anteriores va a ser imposible mantenerlo, pero esperamos que la caída no sea demasiado espectacular.
¿La empresa española ha reforzado aspectos como innovación o competitividad? Nos hemos preparado bastante, somos la octava economía del mundo y eso no se produce por casualidad. Tenemos un sector empresarial que está presente en prácticamente todos los mercados internacionales, en sectores punta de tecnología, energía o telecomunicaciones. No estamos en sectores residuales. ¿Eso quiere decir que lo tenemos todo hecho? No. Tenemos que seguir formándonos, preparándonos e intentar mejorar nuestra capacidad tecnológica para cambiar en parte el modelo productivo del pasado, basado en los servicios y la construcción. Ahora éstos también, pero las nuevas tecnologías serán muy importantes.
En su intervención hizo varias advertencias al Gobierno. ¿Cuáles son, en concreto, las medidas que le urgen? Las reformas van dirigidas al mundo empresarial, para dar un giro en el modelo productivo por otro que genere más valor añadido. También tenemos que mejorar la capacidad de competir de nuestros recursos humanos: invertir en formación y educación.
¿Qué perspectivas cree que tiene Galicia? Creo que se mantendrá en la misma línea que el resto de España, los mercados están cada vez más interconectados y lo que ocurra a la economía española influirá también en la de Galicia.
