En la difícil situación económica que atravesamos, Cáritas se ha convertido en el apoyo para miles de familias en la provincia. Su director, José Ángel Feijóo Mirón, anima, en las fechas navideñas, a todo aquel que quiera a colaborar con la entidad. La Región, de hecho, va a donar los fondos recaudados con las ventas de un belén solidario que entregará la próxima semana a través de una cartilla que acompaña al periódico del domingo.
¿Cómo afronta Cáritas la demanda de ayuda de la sociedad?
En este momento, Cáritas tiene dos líneas de acción fundamentales. Por un lado la atención primaria, que engloba alimentación, ropa, vivienda, gastos de luz, agua... Ese tipo de cosas que conforman las necesidades básicas. Y por otra, un programa de desarrollo de las personas (educación, formación para el empleo,atención a mujeres maltratadas o menores). Ahora mismo, dado el incremento de la demanda, lo que se está priorizando la primera línea. Todo ello, intentando no descuidar toda aquella preparación que les permita abrirse camino en la sociedad.
¿A cuántas personas atiende Cáritas ahora mismo?
En acogida integral podemos hablar de unas 2.000 personas. Se trata de usuarios que acuden a nuestras oficinas para solicitar apoyo económico para la cobertura de sus necesidades básicas. En otros programas como vivienda hemos realizado este año más de 300 intervenciones; el ropero, por ejemplo, atiende a 20 personas diarias. En los últimos años hemos triplicado la atención que prestamos.
¿Cómo ha evolucionado el perfil de las personas que acuden a solicitar ayuda?
Hay dos características básicas. Primero, los pobres son más pobres, digamos que hay personas más necesitadas que antes. Luego, se mantienen más tiempo en esa situación de dependencia. Por decirlo de alguna manera, se ha cronificado la situación de pobreza. Y otra cosa que se nota es que acuden muchos más nacionales que extranjeros, hace cuatro años era al revés.
¿La labor de Cáritas es ahora más necesaria que nunca?
Cáritas siempre ha desarrollado una labor importante, pero ante la difícil situación que estamos viviendo, es relevante nuestra actuación, al igual que la de otras instituciones con las que colaboramos, como Banco de Alimentos o Cruz Roja. Y, ciertamente, ahora mismo nuestros recursos son pocos para llegar a toda la gente que desaríamos. Aunque esto también nos hace agudizar el ingenio para que con poco podamos llegar a mucho.
¿La gente que está en una situación mejor es solidaria?
La verdad es que se están notando las muestras de solidaridad de mucha gente. En estas situaciones duras quizá se despierten valores humanos y eso nos produce una gran satisfacción. Notamos una mayor sensibilización tanto en personas individuales como en entidades.
El periódico La Región colabora con Cáritas con un belén solidario que repartirá la próxima semana y cuyos fondos recaudados irán destinados a la entidad. ¿A qué proyecto en concreto?
Lo mucho o poco que consigamos se dedicará fundamentalmente a la atención primaria (alimentos, ropa, recibos, vivienda, etcétera). Es muy loable y estamos muy agradecidos a La Región que haya ideado esta manera de colaboración, que también ayuda a que otras empresas sepan que, si se quiere, se puede ayudar siempre de alguna manera.
En este momento, Cáritas tiene dos líneas de acción fundamentales. Por un lado la atención primaria, que engloba alimentación, ropa, vivienda, gastos de luz, agua... Ese tipo de cosas que conforman las necesidades básicas. Y por otra, un programa de desarrollo de las personas (educación, formación para el empleo,atención a mujeres maltratadas o menores). Ahora mismo, dado el incremento de la demanda, lo que se está priorizando la primera línea. Todo ello, intentando no descuidar toda aquella preparación que les permita abrirse camino en la sociedad.
¿A cuántas personas atiende Cáritas ahora mismo?
En acogida integral podemos hablar de unas 2.000 personas. Se trata de usuarios que acuden a nuestras oficinas para solicitar apoyo económico para la cobertura de sus necesidades básicas. En otros programas como vivienda hemos realizado este año más de 300 intervenciones; el ropero, por ejemplo, atiende a 20 personas diarias. En los últimos años hemos triplicado la atención que prestamos.
¿Cómo ha evolucionado el perfil de las personas que acuden a solicitar ayuda?
Hay dos características básicas. Primero, los pobres son más pobres, digamos que hay personas más necesitadas que antes. Luego, se mantienen más tiempo en esa situación de dependencia. Por decirlo de alguna manera, se ha cronificado la situación de pobreza. Y otra cosa que se nota es que acuden muchos más nacionales que extranjeros, hace cuatro años era al revés.
¿La labor de Cáritas es ahora más necesaria que nunca?
Cáritas siempre ha desarrollado una labor importante, pero ante la difícil situación que estamos viviendo, es relevante nuestra actuación, al igual que la de otras instituciones con las que colaboramos, como Banco de Alimentos o Cruz Roja. Y, ciertamente, ahora mismo nuestros recursos son pocos para llegar a toda la gente que desaríamos. Aunque esto también nos hace agudizar el ingenio para que con poco podamos llegar a mucho.
¿La gente que está en una situación mejor es solidaria?
La verdad es que se están notando las muestras de solidaridad de mucha gente. En estas situaciones duras quizá se despierten valores humanos y eso nos produce una gran satisfacción. Notamos una mayor sensibilización tanto en personas individuales como en entidades.
El periódico La Región colabora con Cáritas con un belén solidario que repartirá la próxima semana y cuyos fondos recaudados irán destinados a la entidad. ¿A qué proyecto en concreto?
Lo mucho o poco que consigamos se dedicará fundamentalmente a la atención primaria (alimentos, ropa, recibos, vivienda, etcétera). Es muy loable y estamos muy agradecidos a La Región que haya ideado esta manera de colaboración, que también ayuda a que otras empresas sepan que, si se quiere, se puede ayudar siempre de alguna manera.
