Después de 11 ediciones celebrándose en Ourense, Termatalia cruzó por primera vez el charco en el mes de septiembre para celebrarse por primera vez en Perú y consolidar su papel de puente termal entre Europa y América Latina. La experta Marita Souto, miembro del consejo asesor de la feria, analiza las situación termal de Ourense y valora el encuentro, que el próximo año volverá a celebrarse en la ciudad.
¿Cómo fue la experiencia de Termatalia en Perú?
Mi primera impresión fue de asombro y de satisfacción por la gran acogida y participación que tuvo. Autoridades, universidades y empresarios se volcaron con el encuentro. Considero que la feria fue todo un éxito. También el trabajo que se realizó fue incalculable.
¿Qué oportunidades de negocio ofreció?
Se han establecido convenios de negociación turísticos para promover la cultura del agua entre países, y Ourense actuó como parte fundamental. Visto el interés que ha despertado, pienso que no van a esperar por la feria del próximo año ya que el deseo es comenzar a trabajar intensamente por las buenas posibilidades de inversión que ofrece Perú. Ese país reúne muchos requisitos para construir balnearios, pero le faltan conocimientos para hacerlo.
¿Cómo valora el termalismo en Ourense?
Ourense como provincia cuenta con unas aguas salutíferas de una calidad extraordinaria, que no tienen nada que envidiar a otras aguas de países extranjeros. Tenemos hoteles-balnearios que ofrecen un buen confort y las instalaciones balnearias son de última tecnología, pero están infrautilizadas.
¿Qué es lo que habría que incluir?
Se trata de introducir otras orientaciones terapéuticas que puedan ser atendidas en los propios balnearios con nuevos protocolos y que se ajusten a las necesidades de los tiempos actuales para ser tratadas por la terapéutica termal. Podría citar la lumbalgia común, la fibromialgia, alergias, el destete tabáquico, educación y comportamientos alimentarios, el arte de buen envejecer o el abuso de los medicamentos. Estas orientaciones ya funcionan en balnearios de otros países, como Francia o Alemania. El termalismo se debe perfilar como una innovación dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud como ya lo es en el resto de Europa. Esto tiene un coste económico, pero es importante, también si queremos estar al día.
¿Y en la ciudad?
Se habla de Ourense como capital termal, pero yo considero que se podría hablar únicamente de 'Ourense capital de pozas termales', porque éstas son exclusivamente de carácter lúdico. Para ser capital termal se necesita como mínimo un balneario que cumpla con la legislación vigente y en el que se realicen orientaciones sanitarias, atendidas por profesionales. Lo que sorprende es que ya en el año 1921 se ofreciera al ayuntamiento un diseño gratuito elaborado por un buen arquitecto para la construcción de un espléndido balneario en el entorno de As Burgas y todo quedase en nada. Pienso en algo atávico de los ourensanos que no se dan cuenta de la importancia que reporta un balneario en la capital.
¿Qué opina de las pozas?
Es un magnífico parque de pozas termales en un entorno estupendo, pero su carácter es básicamente de ocio. Lo único que me preocupa es su higiene, porque tenemos que pensar que los balnearios en su ancestro fueron pozas o charcas. Es importante que por lo menos dos veces al día se cambie el agua, para lo cual hay que recurrir a nueva captación, lo que supone más gasto energético. Por eso no vería mal que se pagase una cantidad simbólica por entrar.
Mi primera impresión fue de asombro y de satisfacción por la gran acogida y participación que tuvo. Autoridades, universidades y empresarios se volcaron con el encuentro. Considero que la feria fue todo un éxito. También el trabajo que se realizó fue incalculable.
¿Qué oportunidades de negocio ofreció?
Se han establecido convenios de negociación turísticos para promover la cultura del agua entre países, y Ourense actuó como parte fundamental. Visto el interés que ha despertado, pienso que no van a esperar por la feria del próximo año ya que el deseo es comenzar a trabajar intensamente por las buenas posibilidades de inversión que ofrece Perú. Ese país reúne muchos requisitos para construir balnearios, pero le faltan conocimientos para hacerlo.
¿Cómo valora el termalismo en Ourense?
Ourense como provincia cuenta con unas aguas salutíferas de una calidad extraordinaria, que no tienen nada que envidiar a otras aguas de países extranjeros. Tenemos hoteles-balnearios que ofrecen un buen confort y las instalaciones balnearias son de última tecnología, pero están infrautilizadas.
¿Qué es lo que habría que incluir?
Se trata de introducir otras orientaciones terapéuticas que puedan ser atendidas en los propios balnearios con nuevos protocolos y que se ajusten a las necesidades de los tiempos actuales para ser tratadas por la terapéutica termal. Podría citar la lumbalgia común, la fibromialgia, alergias, el destete tabáquico, educación y comportamientos alimentarios, el arte de buen envejecer o el abuso de los medicamentos. Estas orientaciones ya funcionan en balnearios de otros países, como Francia o Alemania. El termalismo se debe perfilar como una innovación dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud como ya lo es en el resto de Europa. Esto tiene un coste económico, pero es importante, también si queremos estar al día.
¿Y en la ciudad?
Se habla de Ourense como capital termal, pero yo considero que se podría hablar únicamente de 'Ourense capital de pozas termales', porque éstas son exclusivamente de carácter lúdico. Para ser capital termal se necesita como mínimo un balneario que cumpla con la legislación vigente y en el que se realicen orientaciones sanitarias, atendidas por profesionales. Lo que sorprende es que ya en el año 1921 se ofreciera al ayuntamiento un diseño gratuito elaborado por un buen arquitecto para la construcción de un espléndido balneario en el entorno de As Burgas y todo quedase en nada. Pienso en algo atávico de los ourensanos que no se dan cuenta de la importancia que reporta un balneario en la capital.
¿Qué opina de las pozas?
Es un magnífico parque de pozas termales en un entorno estupendo, pero su carácter es básicamente de ocio. Lo único que me preocupa es su higiene, porque tenemos que pensar que los balnearios en su ancestro fueron pozas o charcas. Es importante que por lo menos dos veces al día se cambie el agua, para lo cual hay que recurrir a nueva captación, lo que supone más gasto energético. Por eso no vería mal que se pagase una cantidad simbólica por entrar.
