El polideportivo de la localidad se quedó un año más pequeño para acoger a los comensales que degustaron un cabrito de sabor singular
El frío fue uno de los protagonistas indudables del desfile de los fulións de Vilariño de Conso, una de las localidades ourensanas que mantiene uno de los entroidos que mejor ha conservado sus tradidiciones. Los boteiros salieron ayer para mostrar su buena forma con los saltos y las carreras tradicionales de este personaje, haciendo las delicias de los presentes, aunque las máscaras asustaron a algún visitante. Los boteiros realizaron a la perfección su labor, persiguiendo a los presentes, haciendo ruido, y demostrando quién manda en estos días.
Todos dieron por bien empleado el aguante de las bajas temperaturas,porque después había un premio especial, nada menos que degustar un sabroso cabrito. El Pabellón de Vilariño como sucede cada año se quedó nuevamente pequeño para acoger a todos los asistentes al "iV Xantar Xuntos polo fulión - XXVi festa do Cabrito". Chorizos, bica, asado de cabrito, todo ello regado con un buen vino y mejor compañía, fueron los elementos que contribuyeron al éxito de esta jornada. Después, quienes aún mantuvieron las fuerzas, asistieron a la tarde a la entrega de los premios de los concursos de disfraces y de las carrozas.
