La persistente lluvia durante la mañana de ayer deslució el primer desfile de la XXIX Festa da Cachucha, impidiendo que salieran los folións y algunas de las comparsas. No obstante, las 18 carrozas de Parada de Amoeiro y la de San Cristovo de Cea no se dejaron intimidar por el mal tiempo y ambientaron el centro urbano ante un público todavía con ganas de Entroido, que se cobijaba en donde pudo para poder ver el desfile y la actuación de las charangas que ya amenizaban las calles y locales de hostelería con su música.
Los 21 restaurantes que sirvieron el cocido de cachucha estuvieron a reventar de clientes, que ya habían reservado mesa desde hace semanas, ya que ayer era prácticamente imposible encontrar un sitio libre para comer. Las seis charangas contratadas por el Concello de Carballiño, organizador de la fiesta, recorrieron al mediodía todos los locales que se apuntaron a la celebración y que sumaban más de dos mil comensales, aunque el número fue superior teniendo en cuenta que también hubo algunos que no figuraban en la relación oficial del Concello.
El tiempo concedía por la tarde una tregua, de tal forma que pudieron salir las 31 comparsas previstas junto con los folións y de nuevo las carrozas, en un gran desfile que contó con más de un millar de personas y en el que las agrupaciones participantes derrocharon creatividad y una gran animación, despidiendo ya de forma definitiva el Entroido, el más largo de la historia de Carballiño, a raíz de la celebración de las elecciones autonómicas que obligó a la organización a aplazar la fiesta en una semana.
La jornada de la Festa da Cachucha concluía en la Praza Maior, aunque se suspendió el baile por causa de la lluvia.
