CRÓNICA

Laza desafía la lluvia con batalla de trapos sucios y una tromba de hormigas

Decenas de jóvenes han tomado esta mañana la plaza de la Picota, meca de la peregrinación carnavalesca

Aunque llueva o nieve la Morena va a salir. Como si de una premonición se tratase, la localidad de Laza ha celebrado este lunes su evento más internacional, con la tradicional `farrapada`, que da paso esta tarde a la salida de los Peliqueiros, la bajada de la Morena, y el lanzamiento de hormigas rabiosas, en una auténtica "marabunta" festiva, realizada en torno a la Picota.

Desafiando a la lluvia, decenas de jóvenes han tomado esta mañana la plaza de la Picota, meca de la peregrinación carnavalesca, donde han protagonizado una batalla de trapos sucios de barro, que realizan a modo de armas, con bañera incluida de barro.

Divididos en dos bandos, la misión es que todos los participantes se ensucien en un acto que "sirve para quitar las penas del año", asegura a Efe un integrante de la comisión de fiestas del carnaval, Óscar Aguiar. No se trata de un acto apto para todos los públicos.

Entre sus premisas, conviene saber que es recomendable ir con ropa vieja que a uno no le importe ensuciar o tirar.

Junto con la farrapada, la `Xitanada dos Burros`, una procesión en la que burros montados por parejas de jóvenes recorren las calles de Laza y Souteliño, en una parodia de los caminantes que pasaban de Galicia a Castilla-León, es el segundo de los actos centrales de la mañana, con la lectura de coplas satíricas y burlonas y la lectura del testamento del burro.

Con la plaza como marco estratégico de todo el carnaval, el `Luns Borralleiro` es el "día de más afluencia en Laza y en cuanto a espectáculo", con la "bajada de las hormigas, la Morena (se trata de un vecino vestido con una cabeza de toro en madera y una manta) desde Cimadevila hasta la plaza de la Picota, punto neurálgico de la fiesta", explica a Efe un integrante de la comisión de fiestas del carnaval, Óscar Aguiar.

Y es que, según apunta, el lanzamiento de hormigas rabiosas, harina y los toxos, representa uno de los principales atractivos de este carnaval rural de Galicia, junto con su figura central, Os Peliqueiros, personaje de enigmática expresión y mirada algo socarrona.

Considerada la figura "sagrada" de esta localidad, este personaje, que suele ir en grupo, se caracteriza por su vistoso traje elaborado de forma artesanal, con la cabeza cubierta por una careta de madera y con una mitra con un motivo de animal y "pelica". Representa la autoridad del carnaval y el "respeto máximo", abunda este integrante de la comisión.

Cualquier persona que visite Laza, ha de saber que está prohibido lanzarle trapos de barro -debido al elevado coste de su traje- o meterse en su camino ya que, en caso contrario, recibirá un buen zamarrazo.

Toda una auténtica cita festiva que históricamente Vicente Risco o Bouza Brey entroncaron con ritos ancestrales, previos a los envites de la dictadura franquista.

Con más de 30 años ejerciendo de Peliqueiro, Aguiar asegura que vestirse de este personaje es algo equiparable a "mudarnos de piel" coincidiendo con los días grandes del Entroido, que comenzaron ayer con la salida de unos trescientos peliqueiros.

A pesar de las modificaciones necesarias por la evolución de los tejidos, aclara que este personaje sufrió poca evolución preservando así los orígenes ancestrales de este personaje.

Actualmente, el ayuntamiento está estudiando la posibilidad de solicitar que este entroido, declarado de Interés Turístico Nacional, sea declarado Internacional, debido a sus características etnológicas y su relevancia como atractivo turístico.

Sin embargo, entre los documentos, figura únicamente algún documento fotográfico de 1902, a pesar de que la tradición se remonta a "mucho más atrás", lamenta Aguiar.

El reparto de la cachucha y el xastré (un licor de tono verdoso) junto con la música de las charangas y orquestas ponen el punto y final a esta fiesta, que se suele prolongar hasta altas horas de la madrugada en un espectáculo digno de ver. 

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