Cientos de personas constituyeron una 'procesión' que, encabezada por una charanga, recorría el centenar de locales
Laza o Verín tenían una atractiva oferta para este lunes de carnaval, pero no mucho más lejos de esos dos destinos emblemáticos del Entroido ourensano, les iban a la zaga. En la pequeña localidad de Oímbra, vecinos y visitantes se rendían, un año más, ante su tradicional Luns de Adegas, que cada vez convoca a más y más gente con una única finalidad en las más de seis horas que puede llegar a durar el tránsito por la calles del pueblo: beber, beber y beber.
Ayer, desde las seis de la tarde hasta aproximadamente medianoche, los habitantes de este municipio abrieron las puertas de sus bodegas -también de bajos e incluso garajes- para que los vecinos y visitantes degustasen no sólo el vino de la tierra sino también productos gastronómicos vinculados al cerdo y dulces típicos de la zona como bica, rosquillas u orejas de carnaval, que ayudasen a sobrellevar la bebida.
Como si de una procesión religiosa se tratase, los participantes acompañados por la música de charanga recorrieron, una a una, el centenar de bodegas de Oímbra, repartidas desde la entrada del pueblo hasta la parte antigua.
AGENDA PARA HOY
Oímbra pondrá fin a su celebración con la procesión de los "fachucos", antorchas elaboradas con paja, que concluirá con la esperada quema del Entroido, que aquí está representando por un monigote elegantemente vestido para la ocasión y posterior incineración. Está previsto que la marcha del fuego por las calles de la localidad comience pasadas las cinco de la tarde.