Estudia limitar los miembros de la Familia Real a los reyes, los príncipes y las hijas de estos

La Casa Real intenta 'blindarse' por si Urdangarín es imputado

La composición actual de la Familia Real, que podría variar en un futuro no muy lejano. (Foto: BORJA)
La Casa Real estudia 'desde hace tiempo' limitar los miembros de la Familia Real a los reyes, los Príncipes de Asturias y las infantas Leonor y Sofía, por ser los únicos que viven solo del presupuesto que el Estado destina a la Corona y ocupan los primeros puestos en el orden de sucesión al trono. Solo los reyes y los príncipes, de quienes dependen sus hijas, viven exclusivamente del presupuesto que el Estado asigna a la Casa del Rey, y que Don Juan Carlos distribuye libremente, según establece la Constitución.
Las cuentas para el ejercicio presupuestario de 2011 asignaron un total de 8,4 millones de euros para la Casa del Rey, un 5,2 por ciento menos que en 2010. Una parte de este dinero el Rey lo destina al 'sostenimiento de su familia' y otra a cubrir los gastos de funcionamiento y de personal a cargo directo de la Casa, como los sueldos del personal de alta dirección, dirección y otros empleados de la institución.

La infanta Elena y los duques de Palma reciben una parte de ese presupuesto en proporción a los actos oficiales a los que acuden. Precisamente porque esa cantidad no equivale a un sueldo, compatibilizan su función de representación de la Corona con otras actividades económicas en empresas privadas, un modelo de doble dependencia que quedó en evidencia con la investigación judicial en torno a los negocios de Iñaki Urdangarín.


CAMBIOS EN EL AÑO 2012

Precisamente por eso, las actividades oficiales de Doña Elena y Doña Cristina 'ya iban camino de limitarse', algo que se hará más evidente a lo largo del año próximo, según apuntan en Casa Real, donde se estudia llevar a cabo este cambio de miembros en la Familia Real incluso antes de que llegue el momento de la sucesión.

En Zarzuela no descartan que debido a la investigación que afecta al duque de Palma, la infanta Cristina pida voluntariamente dejar de asistir a actos oficiales en representación de la Corona, al menos hasta que todo el asunto que afecta a su marido se aclare. En relación al Duque de Palma, si se confirma su imputación, Zarzuela quiere que el exjugador de balonmano esté desvinculado de la Casa Real para evitar que se convierta en el primer miembro de la Familia Real acusado formalmente de un delito.

Lo peor de todo este entramado se lo lleva la infanta Cristina quien, como hija del Rey de España debe afrontar sus deberes, sin olvidar el amor que siente por su marido. Y es que, aunque apoye a Urdangarín, la presión social y la repercusión que la investigación sobre el Duque de Palma tiene en la Casa Real podrían hacerle tomar una decisión sobre su futuro juntos.

Se casaron en 1997 y, desde entonces, la imagen de su matrimonio irradió amor, complicidad y unión. Hasta hoy. Ahora se enfrentan a la situación más delicada de su vida ante la presunta implicación de Urdangarín en un desvío de fondos públicos. A todo esto se suma el problema de la repercusión que esto podría tener en la monarquía, por lo que se dice que para Don Juan Carlos cualquier sacrificio es pequeño para salvaguardar la Corona. Ya se contempla un posible divorcio, aunque sea temporal.

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