La presidenta de la Comunidad de Madrid ha considerado que el WorldPride "marcará un antes y un después" en el objetivo de lograr una sociedad libre
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha considerado este lunes que el WorldPride "marcará un antes y un después" en el objetivo de lograr una sociedad libre, abierta que respete a las personas, que tienen derecho a elegir la opción sexual que quieran, y ha considerado que se ha dado "normalidad a lo que es normal" y es que "cada cual viva según lo que es y lo que quiere".
"El WorldPride ha sido un ejercicio en el cual se le ha dado normalidad a lo que es normal: que cada cual viva según lo que es, según lo quiere, que ame a quien quiera y por primera vez en la historia se ha hecho con el concurso de todos partidos", ha destacado este lunes la presidenta autonómica e la Real Casa de Correos tras la celebración la semana pasada del WorldPride, que terminó con una gran marcha por el centro de Madrid este sábado.
A su juicio, "este Orgullo va marcar un antes y un después en el camino de una sociedad libre, abierta, que respeta a personas que tienen derecho a elegir opción sexual que quiera".
La presidenta madrileña ha dicho que no se puede hacer aún un balance económico, pero sí que ha citado el balance de participación y la "ausencia de problemas mayores", ante una situación que era "de mucho riesgo por las circunstancias de seguridad de toda Europa que se incrementan en celebraciones donde la afluencia masiva de personas y más de las características del WorldPride, que es una celebración "festiba pero también reivindicativa".
En este punto, ha felicitado la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, la Policía Municipal y los servicios de emergencia. "El balance ha sido muy bueno. Durante unos días hemos tenido puestos los ojos del mundo y desde la Comunidad se ha dado una lección de respeto", ha señalado Cifuentes.
La presidenta ha continuado indicando que "desgraciadamente ese respecto que se vive en España y esa legislación, no existe en todas las partes del mundo", ya que hay "países donde la homosexualidad está penalizada y en ocho países existe la pena de muerte" hacia personas que "se salen de lo que se considera que es normal".
