La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una red de 23 personas que distribuía en Teruel cocaína procedente de Colombia a través de un sistema organizado de 'reparto a domicilio', con ramificaciones en varios puntos de la provincia.
La red funcionaba con un horario fijo y unos teléfonos exclusivos para la venta, a través de los cuales los consumidores encargaban la droga.
'En menos de quince minutos hacían la entrega sin bajarse siquiera del coche', según ha explicado el capitán de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, Raúl Castillo, en una comparecencia ante los medios de comunicación.
Además, el grupo no solo vendía pequeñas dosis de uno o dos gramos directamente, sino que también realizaba labores de suministro y venta de mayores cantidades de droga, de diez a veinte gramos, a otras personas que a su vez la distribuían en distintas localidades de la provincia.
La red hacía envíos de dinero semanales de 6.000 euros a Colombia, a través de giros de escasa cuantía a nombre de terceras personas, tarea en la que participaban los detenidos españoles acusados de blanqueo de dinero, una línea de investigación 'todavía abierta', según ha explicado el teniente coronel de la Comandancia de Teruel, Juan Miguel Arribas.
La mayor parte de los detenidos son colombianos, aunque también hay españoles que se encargaban sobre todo del blanqueo de dinero y un marroquí.
Las detenciones se produjeron en Teruel capital, en municipios de la provincia como Albarracín, Alfambra, Cella, Caudé o Monreal del Campo, y de una persona en Madrid que se encargaba de labores de logística y recepción de la droga que llegaba a través del aeropuerto de Barajas.
Los agentes se han incautado de un total de 5,4 kilos de cocaína que habrían alcanzado en el mercado un valor estimado de 300.000 euros, según ha explicado el capitán Castillo.
También han desmantelado un laboratorio en Teruel donde los detenidos preparaban la droga en dosis diferenciadas en bolsas de distintos colores según la calidad. A esto se suman 15.800 euros en metálico, además de móviles y cuatro vehículos.
La primera detención de la operación, denominada 'Fonte-Kaiser', se produjo el pasado 1 de abril cuando la policía interceptó en el aeropuerto de Barajas 4,3 kilos de cocaína, en forma líquida, ocultos en botes de champú, que tendrían como destino Teruel.
'En menos de quince minutos hacían la entrega sin bajarse siquiera del coche', según ha explicado el capitán de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, Raúl Castillo, en una comparecencia ante los medios de comunicación.
Además, el grupo no solo vendía pequeñas dosis de uno o dos gramos directamente, sino que también realizaba labores de suministro y venta de mayores cantidades de droga, de diez a veinte gramos, a otras personas que a su vez la distribuían en distintas localidades de la provincia.
La red hacía envíos de dinero semanales de 6.000 euros a Colombia, a través de giros de escasa cuantía a nombre de terceras personas, tarea en la que participaban los detenidos españoles acusados de blanqueo de dinero, una línea de investigación 'todavía abierta', según ha explicado el teniente coronel de la Comandancia de Teruel, Juan Miguel Arribas.
La mayor parte de los detenidos son colombianos, aunque también hay españoles que se encargaban sobre todo del blanqueo de dinero y un marroquí.
Las detenciones se produjeron en Teruel capital, en municipios de la provincia como Albarracín, Alfambra, Cella, Caudé o Monreal del Campo, y de una persona en Madrid que se encargaba de labores de logística y recepción de la droga que llegaba a través del aeropuerto de Barajas.
Los agentes se han incautado de un total de 5,4 kilos de cocaína que habrían alcanzado en el mercado un valor estimado de 300.000 euros, según ha explicado el capitán Castillo.
También han desmantelado un laboratorio en Teruel donde los detenidos preparaban la droga en dosis diferenciadas en bolsas de distintos colores según la calidad. A esto se suman 15.800 euros en metálico, además de móviles y cuatro vehículos.
La primera detención de la operación, denominada 'Fonte-Kaiser', se produjo el pasado 1 de abril cuando la policía interceptó en el aeropuerto de Barajas 4,3 kilos de cocaína, en forma líquida, ocultos en botes de champú, que tendrían como destino Teruel.
