El tercer arrestado es Martínez Mur, un veterano de la banda relacionado con las finanzas de ETA

Detenidos en Francia los dos etarras huidos del comando autor del atentado de la T-4

 En el atentado de la T-4 murieron dos ecuatorianos.
Una operación conjunta de la policía francesa y la Guardia Civil española permitió ayer la detención en San Juan de Luz, de tres presuntos terroristas, entre ellos Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián.
Tres presuntos etarras, dos de ellos supuestos miembros del comando que atentó contra la terminal T-4 de Barajas en diciembre de 2006, fueron arrestados ayer en San Juan de Luz (País Vasco francés), informaron fuentes próximas a la investigación. Se trata de Mikel San Sebastián y Joseba Iturbide, quienes supuestamente eran los únicos miembros del comando que aún estaban en libertad después de la captura de Igor Portu y Mattin Sarasola el mes pasado, y de José Antonio Martinez Mur, presunto miembro veterano de la banda y dedicado a las finanzas.

San Sebastian e Iturbide se alojaban en la casa de Martínez Mur, al que ya se le relacionaba con ETA en los años 80, precisaron las fuentes. El registro de la vivienda se prolongará hasta hoy.

Refugiados

Los servicios de información de la policía francesa alertaron a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la policía judicial de que San Sebastián e Iturbide se habrían refugiado en casa de Martínez Mur, en San Juan de Luz. Efectivos del RAID, cuerpo de elite de intervención de la policía francesa, intervinieron en la operación y neutralizaron a sus ocupantes, indicaron las fuentes. En el momento del arresto, los presuntos etarras no portaban armas, pero a última hora no se sabía si las había en la casa.

Las fuentes negaron que la operación se hubiera lanzado por la sospecha de que en la vivienda estuviera el máximo jefe militar de ETA, Garikoitz Azpiazu, ’Txekori’.

Los tres presuntos etarras detenidos pasaron la noche bajo arresto en la comisaría de Bayona antes de asistir hoy a la continuación del registro de la casa.

En septiembre de 2006, en plena tregua, Sarasola e Iturbide irrumpieron en un acto de homenajes a etarras muertos en una campa del monte Atxirulegi (Guipúzcoa). Encapuchados y armados dispararon al aire después de que un tercer individuo leyese un texto en el que aseguraba que los 'gudaris' tenían ’la sangre preparada’ para darla por Euskal Herria. Posteriormente, los encapuchados huyeron a la carrera. Ocho meses después del atentado de la T-4, el comando de ’legales’, en concreto Portu y Sarasola, reapareció en Castellón haciendo estallar una furgoneta en un olivar al sentirse seguidos por la Guardia CivilSarasola confesó a los agentes su participación, junto a Portu y San Sebastian, en el atentado de Madrid-Barajas, aunque la implicación de Iturbide no está acreditada. Así, Portu habría sido el encargado de realizar las llamadas de aviso a la DYA, Gara y al Parque de Bomberos de Madrid. La Guardia Civil le incautó tras su detención una nota manuscrita en la que figuraba el teléfono de estos últimos.

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