PP y PSOE fracasaron ayer en su intento de que el resto de los grupos parlamentarios se sumaran al pacto alcanzado en solitario entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba de cara al próximo Consejo Europeo, en una negociación 'a dos bandas' rechazada de plano por los demás partidos.
Ante el 'plantón' del resto de los grupos y después de una última ronda de contactos totalmente infructuosa en la que todos reiteraron su negativa a suscribir el acuerdo sellado entre los dos grandes partidos, PP y PSOE decidieron registrar su proposición no de ley sin esperar a que terminara el plazo hoy viernes.
Tanto el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, como su homóloga, la socialista Soraya Rodríguez, dejaron claro que no quisieron excluir a nadie en este consenso y que serán 'generosos' para incluir las aportaciones del resto durante la tramitación de la iniciativa, que se votará en el pleno del 25 de junio. No obstante, Alonso recordó que el pacto ya cuenta con un amplísimo respaldo del 85% de los diputados de la Cámara baja.
PP y PSOE coincidieron en que el pacto fortalece la posición del Gobierno español en el próximo Consejo Europeo y que será 'clave' y 'decisivo' para establecer políticas que ayuden a la UE en general y a España en particular a salir de la crisis. El texto insta al Gobierno español a que defienda en esa cumbre la necesidad de avanzar hacia la unión bancaria, de fomentar el empleo juvenil y de aumentar los fondos europeos destinados a las pymes.
REFORZAR A ESPAÑA
El propio líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, justificó su apoyo a Rajoy asegurando que reforzar la posición del Gobierno sirve para defender los intereses de España. 'Por eso propuse un acuerdo de los grupos políticos, precisamente para reforzar la posición del Gobierno de España en la defensa de nuestros intereses', insistió Rubalcaba en un comentario en Facebook, en el que confía que a lo largo de la tramitación parlamentaria el texto se enriquezca 'con las aportaciones de todos los partidos'.
Los primeros en descolgarse fueron los diputados de la Izquierda Plural, a los que se unieron los nacionalistas de CiU y PNV, que ni siquiera se quisieron sentar a negociar el documento en una reunión -cancelada después- y a la que PP y PSOE les convocaron en el Congreso.
Los representantes de CiU y el PNV no ocultaron su enfado por la forma en la que se llevó a cabo la negociación. 'No hemos participado, se lo han hecho solitos, pues que continúen solos', dijo el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, quien no obstante consideró que el texto inicial 'está bien' y no descarta su apoyo en el pleno a la proposición no de ley, a la que podrán presentar enmiendas.
A este reproche se sumó el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que señaló que su grupo se siente 'expulsado' del acuerdo porque los dos principales partidos pactaron entre ellos 'buscando la imagen' y sin tener en cuenta la opinión de los demás. 'Las cosas no se hacen así', añadió.
Para la Izquierda Plural, la soledad del PP y el PSOE puso de manifiesto el 'estado terminal' del bipartidismo. José Luis Centella dejó claro que su grupo no será 'comparsa de nadie' y anunció la presentación de una proposición no de ley alternativa. En ella, pide derogar el artículo 135 de la Constitución, terminar con las políticas de austeridad y un plan de emergencia para crear empleo.
Algo distinta fue la posición de UPyD, que pasó del 'desconcierto' inicial por la desconvocatoria a sentirse 'despreciada' por PP y PSOE frente a los nacionalistas, una postura compartida por Coalición Canaria, que sin embargo sí da su apoyo al documento.
También se desmarcaron del acuerdo ERC y Amaiur, que ni siquiera fueron convocados por los promotores, ni tampoco el BNG, por estar en desacuerdo con la forma y el fondo del texto negociado por PP y PSOE.
Tanto el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, como su homóloga, la socialista Soraya Rodríguez, dejaron claro que no quisieron excluir a nadie en este consenso y que serán 'generosos' para incluir las aportaciones del resto durante la tramitación de la iniciativa, que se votará en el pleno del 25 de junio. No obstante, Alonso recordó que el pacto ya cuenta con un amplísimo respaldo del 85% de los diputados de la Cámara baja.
PP y PSOE coincidieron en que el pacto fortalece la posición del Gobierno español en el próximo Consejo Europeo y que será 'clave' y 'decisivo' para establecer políticas que ayuden a la UE en general y a España en particular a salir de la crisis. El texto insta al Gobierno español a que defienda en esa cumbre la necesidad de avanzar hacia la unión bancaria, de fomentar el empleo juvenil y de aumentar los fondos europeos destinados a las pymes.
REFORZAR A ESPAÑA
El propio líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, justificó su apoyo a Rajoy asegurando que reforzar la posición del Gobierno sirve para defender los intereses de España. 'Por eso propuse un acuerdo de los grupos políticos, precisamente para reforzar la posición del Gobierno de España en la defensa de nuestros intereses', insistió Rubalcaba en un comentario en Facebook, en el que confía que a lo largo de la tramitación parlamentaria el texto se enriquezca 'con las aportaciones de todos los partidos'.
Los primeros en descolgarse fueron los diputados de la Izquierda Plural, a los que se unieron los nacionalistas de CiU y PNV, que ni siquiera se quisieron sentar a negociar el documento en una reunión -cancelada después- y a la que PP y PSOE les convocaron en el Congreso.
Los representantes de CiU y el PNV no ocultaron su enfado por la forma en la que se llevó a cabo la negociación. 'No hemos participado, se lo han hecho solitos, pues que continúen solos', dijo el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, quien no obstante consideró que el texto inicial 'está bien' y no descarta su apoyo en el pleno a la proposición no de ley, a la que podrán presentar enmiendas.
A este reproche se sumó el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que señaló que su grupo se siente 'expulsado' del acuerdo porque los dos principales partidos pactaron entre ellos 'buscando la imagen' y sin tener en cuenta la opinión de los demás. 'Las cosas no se hacen así', añadió.
Para la Izquierda Plural, la soledad del PP y el PSOE puso de manifiesto el 'estado terminal' del bipartidismo. José Luis Centella dejó claro que su grupo no será 'comparsa de nadie' y anunció la presentación de una proposición no de ley alternativa. En ella, pide derogar el artículo 135 de la Constitución, terminar con las políticas de austeridad y un plan de emergencia para crear empleo.
Algo distinta fue la posición de UPyD, que pasó del 'desconcierto' inicial por la desconvocatoria a sentirse 'despreciada' por PP y PSOE frente a los nacionalistas, una postura compartida por Coalición Canaria, que sin embargo sí da su apoyo al documento.
También se desmarcaron del acuerdo ERC y Amaiur, que ni siquiera fueron convocados por los promotores, ni tampoco el BNG, por estar en desacuerdo con la forma y el fondo del texto negociado por PP y PSOE.
