Mariano Rajoy, aseguró ayer que está dispuesto a 'hablar y escuchar' al presidente catalán Artur Mas, al que criticó su ultimátum sobre la financiación con un 'lo tomas o lo dejas y si no lo tomas tendrás que atenerte a las consecuencias', en su última visita a la Moncloa. Pero para que se produzca dicho diálogo, advirtió que es necesario que las dos partes estén dispuestas.
Asimismo, Rajoy consideró que la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña es una 'huida de la responsabilidad' por parte del presidente Artur Mas y acusó a la Generalitat de 'buscarse un enemigo exterior' para evitar que se hable de su gestión. Así le respondió a la senadora de CiU, Montserrat Candini, en la sesión de control al Gobierno en el Senado.
El presidente aseguró que el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, no le comunicó en la entrevista entre ambos el 20 de septiembre todo lo que anunció después y que se centró en exigirle una financiación propia para Cataluña, que le instó además a aceptar o a atenerse 'a las consecuencias'. 'Me atengo a las consecuencias, pero la democracia no es eso', añadió.
'A mí nadie me pidió un referéndum', dijo Rajoy, para aclarar que tampoco podría autorizarlo porque es responsabilidad de las Cortes. Y estas, subrayó, deberían reformar la Constitución. Ese es el proceso legal. 'Estoy obligado a cumplir la ley. Le pido que me demande cualquier cosa, pero que no me pida, porque es absurdo y no tiene sentido, que incumpla la ley', dijo a la senadora.
DEFENDER LA CONSTITUCIÓN
Precisamente Rajoy insistió después, en respuesta a una pregunta del portavoz de Entesa Catalana pel Progrés, José Montilla, en un ofrecimiento de diálogo, pero recordó que 'para que se pueda hablar y dialogar las dos partes tienen que querer hacerlo'. Rajoy garantizó que 'esa voluntad existe' por su parte, pero siempre acompañada de 'firmeza' para defender la Constitución, los estatutos de autonomía y la legislación vigente.
A juicio de Montilla, el presidente de la Generalitat viajó a Madrid a 'buscar la llave' para convocar elecciones anticipadas, algo que usted le puso 'fácil', manifestó Montilla, quien añadió, que comparte que el Gobierno quiera 'proteger' la Constitución, pero lamentó que 'a veces da la sensación de que quieren secuestrarla y petrificarla'. 'La desafección de una gran parte sociedad catalana viene de lejos, pero la crisis y los desacuerdos institucionales la han acelerado', advirtió antes de avisar de que este movimiento no se trata de 'un suflé pasajero'.
El presidente aseguró que el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, no le comunicó en la entrevista entre ambos el 20 de septiembre todo lo que anunció después y que se centró en exigirle una financiación propia para Cataluña, que le instó además a aceptar o a atenerse 'a las consecuencias'. 'Me atengo a las consecuencias, pero la democracia no es eso', añadió.
'A mí nadie me pidió un referéndum', dijo Rajoy, para aclarar que tampoco podría autorizarlo porque es responsabilidad de las Cortes. Y estas, subrayó, deberían reformar la Constitución. Ese es el proceso legal. 'Estoy obligado a cumplir la ley. Le pido que me demande cualquier cosa, pero que no me pida, porque es absurdo y no tiene sentido, que incumpla la ley', dijo a la senadora.
DEFENDER LA CONSTITUCIÓN
Precisamente Rajoy insistió después, en respuesta a una pregunta del portavoz de Entesa Catalana pel Progrés, José Montilla, en un ofrecimiento de diálogo, pero recordó que 'para que se pueda hablar y dialogar las dos partes tienen que querer hacerlo'. Rajoy garantizó que 'esa voluntad existe' por su parte, pero siempre acompañada de 'firmeza' para defender la Constitución, los estatutos de autonomía y la legislación vigente.
A juicio de Montilla, el presidente de la Generalitat viajó a Madrid a 'buscar la llave' para convocar elecciones anticipadas, algo que usted le puso 'fácil', manifestó Montilla, quien añadió, que comparte que el Gobierno quiera 'proteger' la Constitución, pero lamentó que 'a veces da la sensación de que quieren secuestrarla y petrificarla'. 'La desafección de una gran parte sociedad catalana viene de lejos, pero la crisis y los desacuerdos institucionales la han acelerado', advirtió antes de avisar de que este movimiento no se trata de 'un suflé pasajero'.
