Trece años de cárcel para dos hermanos argentinos por transportar en avión 1.000 kilos de cocaína

La Audiencia de Barcelona ha condenado al empresario argentino Gustavo Adolfo J.N. y a su hermano, Eduardo Antonio J.N., a 13 años de cárcel y a una multa de 100 millones de euros cada uno por un delito contra la salud pública por transportar en avión y desde Argentina 1.000 kilos de cocaína.
Según la sentencia, los hermanos 'conocían la carga de sustancia estupefaciente que llevaba el avión' y en todas sus declaraciones se han mantenido ambiguos, tanto para explicar el viaje a Barcelona como en las explicaciones de los viajes anteriores.

El juez ha absuelto de los mismos cargos al copiloto, Matías M., por falta de pruebas y al considerar que 'no hay suficientes elementos que lleven a concluir que era sabedor de las circunstancias en las que iba a producirse el vuelo' y de la sustancia que transportaba.

El fallo considera que la actitud de Matías M. era tranquila, 'lo que contrastaba con el nerviosismo de los hermanos', según testificaron en el juicio los agentes de la Guardia Civil que inspeccionaron la nave.

En 2010, Gustavo Adolfo J.N. recibió un encargo para introducir en España una importante cantidad de cocaína desde Argentina, por vía aérea, 'con el fin de obtener y compartir un extraordinario beneficio económico', explica la sentencia.


HUECOS DISIMULADOS

Por ello, el empresario modificó la estructura de la aeronave mediante un sofá de tres plazas que fue colocado en el lugar de dos butacas y un falso panel de 'circuit-breakers' en el lugar de un armario para abrigos, lo que les permitió 'la creación de huecos disimulados' donde ocultaron los 800 paquetes de cocaína, relata el fallo.

Gustavo Adolfo J.N. contrató a su hermano para realizar el trayecto -para el que éste se tuvo que sacar una licencia especial de vuelo- y, entre los dos, contactaron con Matías M. para realizar las funciones de copiloto.

Matías M., que nunca antes había trabajado para Gustavo Adolfo J.N., relató en el juicio -que se celebró el 4 de diciembre en la Audiencia- que su planteamiento era económico y también experimental, y que nunca le explicaron el motivo real del vuelo.

El avión, que salió el 1 de enero del 2011 del aeropuerto de Ezeiza (Argentina), fue intervenido e inspeccionado en el Aeropuerto de El Prat (Barcelona) tras un control rutinario y al darse cuenta los agentes de que el tapizado de algunas partes del interior de la nave no era el mismo, así como que 'el pasajero se ponía muy nervioso'.

El juicio suscitó una gran expectación mediática en buena parte porque los dos hermanos son hijos de un excomandante jefe de la Fuerza Aérea de Argentina durante el gobierno de Carlos Menem.

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