Proyectos eólicos comprometidos con los yacimientos arqueológicos y patrimoniales

Vista panorámica de una excavación en Castro de Rei.
photo_camera Vista panorámica de una excavación en Castro de Rei.
Los proyectos que desarrolla Naturgy suponen una oportunidad para poner en valor yacimientos arqueológicos y otros elementos patrimoniales de gran valor para la sociedad, además de poder conservarlos y darles el nivel de protección necesario. Manuel Lestón, de la empresa de arqueología Arkaios, explica cómo son las fases de actuación en este tipo de actuaciones.

A lo largo y ancho del país son varios los proyectos eólicos en marcha. Estas iniciativas no sólo son un avance en cuanto a la disponibilidad energética sino también una oportunidad para poner en valor yacimientos arqueológicos y otros elementos patrimoniales para la sociedad, conservarlos y darles el nivel de protección necesario.

Arqueólogos, biólogos, paisajistas y topógrafos, independientes y autorizados son los que realizan las primeras evaluaciones

Naturgy diseña sus proyectos eólicos siguiendo los más estrictos criterios medioambientales y patrimoniales con un respeto escrupuloso a la normativa y al entorno en el que está implantado. Los técnicos realizan un análisis concienzudo y riguroso en el que se valora el recurso eólico, las propiedades del terreno, el patrimonio cultural y el entorno medioambiental. Arqueólogos, biólogos, paisajistas y topógrafos, independientes y autorizados son los que realizan las primeras evaluaciones sobre el terreno para realizar una primera optimización del proyecto eólico.

La investigación

Se investigan cuestiones como la presencia de mámoas, castros, petroglifos y otros elementos patrimoniales, pero también la fauna y flora en la zona y el posible impacto paisajístico del proyecto. Todo ello se plasma en el llamado estudio de impacto ambiental que tendrá que ser sometido a información pública para la autorización por parte de las administraciones competentes. Manuel Lestón, de la empresa de arqueología Arkaios, destaca que los estudios arqueológicos en este tipo de proyectos “están integrados nos estudos previos a calquera proxecto de obra, xa que non deixa de ser un estudo medioambiental no que se teñen en conta as posibles afeccións ao patrimonio cultural. Neste senso, ten un peso moi importante o patrimonio arqueolóxico que non é visible e que pode pasar desaparecibido”.

Los pasos a dar “comezan coa iniciativa do promotor que quere desenvolver o proxecto e contacta co equipo de arqueoloxía, indicando o lugar no que se vai a facer o parque eólico, un resumo dos viais, o arranxo das curvas, a posición das subestación de electricidade, o cableado e outras infraestruturas. A partir de ese intre xa coñecemos as características básica e presentamos un proxecto de intervención á Xunta, que ven a resolverse en menos de un mes”. Los trabajos del gabinete arqueológico “empezan coa recopilación de información documental, a comprobación do arquivo de Patrimonio Cultural e posteriormente faise a saída a campo para ver se hai elementos non catalogados, falar cos veciños sobre a zona e buscar topónimos. Posteriormente facemos un rexistro dos elementos que hai nese área, e xunto coa empresa construtora, compatilizamos a obra coa conservación do patrimonio cultural en caso de habelo, mantendo as distancias de protección necesarias entre a obra e ese elementos patrimoniais”.

"Hai un control e seguemento arqueolóxico, xa que as veces aparecen valores patrimoniais"

El proceso continúa “presentando os estudos á Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Entón resólvese se o proxecto ten a resolución e autorización pertinente. Logo, na fase de execución de obra hai un control e seguemento arqueolóxico, xa que as veces aparecen valores patrimoniais cando se quita a vexetación ou cando as palas removen a terra”. Así ha sido, por ejemplo, cuando en 2020, durante los sondeos para uno de los proyectos eólicos de Naturgy en la zona de Castro de Rei, en Lugo, los trabajos dejaron al descubierto unos restos arqueológicos de la época romana, que resultaron ser parte de un importante asentamiento romano, una villa romana, de importantes dimensiones y complejidad estructural. Después de realizar el estudio geofísico en la zona, se pudo apreciar un asentamiento de unos 3.000 metros cuadrados de superficie.

Hallazgos arqueológicos

La panoplia de materiales cerámicos, vidrios, metálicos y de construcción permiten situar cronológicamente este espacio entorno a los siglos III y IV d. C., siendo por lo tanto, coetáneos de otros yacimientos próximos como el Castro de Viladonga o la propia ciudad de Lugo. Un proyecto eólico entraña mucho más que conocer donde hay viento. Proyectos como los de Naturgy se fundamentan en años de estudios del territorio, en el respeto y la responsabilidad hacia los valores naturales, sociales y patrimoniales del entorno, un patrimonio que en muchas ocasiones no se catalogaría ni se pondría en valor si no fuera gracias a estos proyectos. El trabajo se hace con sumo cuidado y respeto. La idea es conservar lo que ya conocemos e incrementar el conocimiento arqueológico de las áreas en las que se desarrollan los proyectos eólicos.

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