LA ENTREVISTA

Ángel Garrido: "Somos una empresa pequeña que trabaja con gigantes"

PTG. 26-05-16. Provincia.  Miguel Garrido de Aukor.
Foto. Xesús Fariñas

Ángel Garrido es director financiero de la firma Aukor Automatización y Control Industrial ubicada desde el año 98  en una nave en el Parque Tecnolóxico de Galicia.

Un gestor con experiencia y recorrido que se ha ido forjando a la par de la firma en el especializado terreno de los servicios al sector industrial, supervisando la correcta implementación y gestión de los mecanismos de control económico y financiero de sus proyectos, un aspecto clave para el desarrollo y expansión de la firma.

Desde sus inicios Aukor ha venido experimentando un proceso de continua expansión y crecimiento. ¿Cómo lo han vivido?

Aukor empezó como puede empezar una empresa pequeña dedicada a resolver problemas y asistencias relativas a la automatización de procesos, pero nuestro objetivo fue siempre realizar e implantar nuestros proyectos de automatización. Empezamos atendiendo “averías”, de lo nuestro, pero averías y después  fuimos evidentemente dejándolo de lado. Recuerdo en esos inicios que tuvimos un contrato con un fabricante vasco de máquina-herramienta a quien le hacíamos asistencias por la zona noroeste; en su momento era nuestra manera generar ingresos. Hoy hemos refrendado que frente a alemanes, catalanes o vascos, aquí en Galicia, hay gente que lo puede hacer y que además está al lado. Algunos de nuestros trabajos nacieron por problemas en automatizaciones que le resolvimos a algún cliente, con los que posteriormente hicimos nuevos proyectos.

Su etapa más fuerte los pilló focalizados en dar servicio al sector agroalimentario. ¿Han apostado por la especialización? 

No, no nos enfocamos exclusivamente al sector alimentario, que por cierto, es amplio. Nosotros de hecho hacemos automatizaciones de fábricas de piensos, para el sector lácteo, en el sector de alimentación y bebidas o con conserveras, hay de todo; pero también en cuanto al tipo de proyectos. En Aukor no repetimos proyectos; quiero decir que hay cosas a nivel interno, a nivel de desarrollo, que puedes aprovechar, pero lo que es conceptualmente, ningún proyecto es igual a otro, incluso para la misma industria.   

¿No les ha tentado el sector de la automoción?

Hemos estado en el sector de la automoción donde hemos trabajado para firmas de la industria auxiliar, pero no lo hemos hecho para Citröen porque nunca hemos apostado por ello. Primero porque creíamos que había  suficientes empresas creadas para trabajar para la planta y además porque es un sector complicado en cuanto a las exigencias a nivel económico, lo que lo hace menos atractivo que otros. Quizá ahora se abran expectativas, porque se están demandando empresas como la nuestra de proveedores de servicios tecnificados,  ya que cada vez quedan menos. Cuando una empresa trabaja para un solo cliente en cuanto hay un vaivén, cierra. Es lamentable. Nosotros vendemos un servicio, un diseño inicial y su puesta en marcha definitiva, tenemos capacidad y quisimos apostar por otros sectores en los que podíamos trabajar más cómodos, aunque al final todos quieren precio y plazo.

¿Cuánto de particular es el sector industrial?

Somos una empresa pequeña de servicios que vive entre nuestros clientes que son grandes o muy grandes y nuestros proveedores que son multinacionales y tenemos una posición cómoda. Le pongo el caso de Siemens, que es nuestro proveedor de tecnología principal, con quien empezar a tratar en los inicios de Aukor fue complicado porque éramos una hormiga entre gigantes; con el tiempo, haciendo bien las cosas, pagando las facturas, cumpliendo en definitiva con los compromisos, que es lo importante, conseguimos estar en una posición cómoda. Hoy tenemos una posición de confianza entre todos, con nuestros clientes y con nuestros proveedores, porque en definitiva en una empresa es importante todo, proveedores clientes y trabajadores y por su puesto la propiedad y la dirección, porque si en algún caso algo chirría, el conjunto no funciona. De lo que se trata es de que tus stakeholders, todos, al final tengan la sensación de que  ganan. 

¿Le toca hacer mucha ingeniería financiera?

Si hablamos de medios de pago, hoy en día, el papel prácticamente no existe, sobretodo cuando trabajas con empresas grandes. Evidentemente cuando nace un proyecto, tiene que haber una idea a la que se le da base técnica, tiene que haber una solución y se valora. Según la necesidades, el tipo de cliente y que es lo que quiere. Primero está la parte técnica, que es fundamental, después la económica, que coste tengo previsto en este proyecto, que margen de beneficio voy a tener y que precio final le pongo; y por último la financiera que en estos últimos años ha cogido peso, cómo me va a pagar el cliente. A mi como financiero de la empresa me gustan los proyectos que se autofinancian. Me permite plantear unos hitos de facturación y pago en el proyecto y gestionar los pagos a mis proveedores o prever unos gastos. En algunos casos lo conseguimos, y en otros no, y en otros  casos el cliente nos solicita que se le financie dilatando los hitos de pago en el tiempo, lo que te exige empezar a hacer números. En algún momento hemos podido requerir de una póliza de crédito de la que tiras o no. Esto es el día a día

Te puede interesar